Crece la oferta de créditos para empresas: qué opciones hay disponibles

Las tasas de los bancos han disminuido, en un marco de competencia para captar clientes, y se sostienen las líneas de otros organismos, con subsidios.

Hasta hace unos meses atrás, los bancos sólo tenían que enviar dinero al Tesoro Nacional y recibir atractivos intereses por prestarle al Estado. Con la paulatina eliminación de las Leliqs, debieron volver a mirar al sector privado. Esto, sumado a la baja sostenida de las tasas de referencia por parte del Banco Central, hizo que los créditos se hayan vuelto más accesibles. Pero, ¿son una opción para las empresas?

Las compañías, en particular las pymes, enfrentan una situación con dos caras. Por un lado, la recesión ha provocado una caída en las ventas que no sólo dificulta que se planifiquen inversiones, sino que les presenta el desafío de la supervivencia. Por el otro, después de un par de años de serias complicaciones para importar, muchas necesitan implementar tecnología para poder ganar competitividad, no sólo en el mercado interno, sino el externo. Y en esto, los créditos son una herramienta fundamental.

Carolina Castro, de Focco Financiamiento de proyectos, recordó que, hasta diciembre, las tasas de los préstamos bancarios estaban por encima del 100%, mientras ahora han bajado. Entonces, detalló, existía financiamiento que ofrecía el Ministerio de Economía de Nación, con tasas subsidiadas, fijas, del 25%. Si bien había muchos interesados en acceder, como el capital disponible era acotado, los proyectos debían cumplir con un buen número de requisitos, que dificultaban el acceso.

Con el cambio de Gobierno, y a medida que fue bajando la inflación, las tasas de los bancos se volvieron mucho más competitivas, porque las entidades necesitan prestar dinero. Indicó que hoy se puede conseguir un crédito a 40% e, incluso, hasta un 25% anual. Por otra parte, si antes una empresa trabajaba con un banco, operaba todo con ese, mientras ahora es mucho más fácil abrir una cuenta en otro que ofrezca mejores condiciones para un préstamo, sin quedar atada al vínculo comercial.

Castro explicó que las tasas dependen de la garantía que la empresa pueda ofrecer, ya sea una maquinaria del proceso productivo, un terreno que se pueda hipotecar o un vehículo para prendar. Pero que lo ideal es contar con el aval de una sociedad de garantías recíprocas (SGR), que establezca un monto a prestar, porque con esa evaluación previa y garantía se facilita el trámite con el banco y, de hecho, se puede recurrir a más de uno. 

Financiamiento subsidiado

Añadió que sigue habiendo financiamiento subsidiado, en el Fondo para la Transformación y el Crecimiento, que presta la mitad de tasa del Banco Nación (hoy en 40%, con lo que queda al 20%); el CFI (Consejo Federal de Inversiones), que por lo general también ofrece un interés que es la mitad del Nación más uno o dos puntos; y el BICE (Banco de Inversión y Comercio Exterior).

El FTyC tiene siete líneas, con tasas variables según se trate de una empresa micro agro, micro, pequeña o mediana: inversión (equipamiento, maquinaria, ampliación y mejoras de instalaciones y otras inversiones de modernización); malla antigranizo; eficiencia hídrica; capital de trabajo (insumos y materia prima para emprendimientos agrícolas, industriales y de servicios); eficiencia hídrica contra heladas; y capital de trabajo contingencias climáticas (labores culturales para productores agrícolas en emergencia agropecuaria).

El CFI cuenta con líneas de Financiamiento verde (para incentivar el uso eficiente de los recursos naturales y energéticos, la transformación de la matriz energética hacia fuentes limpias, la reducción de la huella de carbono de las actividades productivas); Cadenas de valor; Desarrollo productivo y financiero de mujeres; Producción regional exportable; Reactivación productiva.

Y el BICE tiene una amplia oferta de créditos para inversión a largo plazo: eficiencia energética, agro, mujeres, pymes, y grandes empresas; capital de trabajo para la producción; y pre y post financiación de exportaciones.

Además, el Gobierno provincial ha lanzado dos convocatorias: Mendoza Emprende Semilla, que ofrece hasta $2 millones para fomentar el desarrollo de emprendimientos en etapa temprana (entre 1 y 7 años de funcionamiento); y Mendoza Escala La Iniciativa, que presta hasta $10 millones a empresas de 7 a 14 años de antigüedad, el 80% financiado por Mendoza Fiduciaria, a devolver en 36 meses a una tasa subsidiada (el 50% de la del Banco Nación), y el 20% restante se otorga a través de Aportes No Reembolsables (ANR).

Empresas

Castro, quien se encarga de buscar financiamiento para empresas y emprendedores, y de armar la carpeta con toda la documentación, comentó que se ha empezado a activar la búsqueda de créditos, porque están viendo que el Gobierno sigue teniendo un cierto apoyo social y se aprobó la Ley Bases. También están muy afectados por el aumento de las tarifas, lo que ha hecho que el costo de la luz y el gas, insumos críticos para el proceso productivo, se haya elevado y los impulsa a invertir en energías alternativas. Si antes esos sistemas se amortizaban en 20 años, ahora en apenas 5.

Señaló que algunas se presentan a Escala, que financia hasta $10 millones, lo que es poco dinero, pero empiezan con esa suma para probar. Esto, con la idea de avanzar después con otro organismo y pedir más financiamiento. Subrayó que la situación es muy distinta a la de enero y febrero, cuando no había movimiento. “Ya estamos armando carpetas y presentándolas a las SGR”, indicó.

Daniel Ariosto, presidente de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM), comentó que, junto con la CACE (Cámara Argentina de Comercio y Servicios), han insistido en la necesidad de una reforma laboral, para que la contratación de un empleado no termine en juicio; de que de los 160 a 200 impuestos nacionales, provinciales y municipales se pase a 10; y de una reforma financiera, para que existan créditos accesibles para poder invertir, modernizar los establecimientos, sin pagar tasas del 80 al 90% anual.

En esta línea, destacó que la primera que se dio fue la reforma financiera, cuando el Gobierno “secó” el mercado y los bancos tuvieron que empezar a ofrecer intereses más razonables, del 25 al 30% anual. “Esto, tanto para el comercio chico, como para las pymes y la industria, ha venido muy bien”, resaltó.

Ariosto comentó que ha sido bienvenido por el sector empresario, porque había negocios que se perdían por la ausencia de crédito. Sumó que espera que esto ayude a recuperar actividades detenidas y que ya se están empezando a tomar préstamos para infraestructura, remodelación, cambio de vehículos e incorporación de tecnología. Resaltó que el Banco Nación es el que ofrece las tasas más bajas y los otros siguen para no perder clientes, lo que está generando una buena competencia.

Se reactivó el crédito para empresas: cuáles son las opciones disponibles

Las tasas de los bancos han disminuido, en un marco de competencia para captar clientes, y se sostienen las líneas de otros organismos, con subsidios.

Hasta fines del año pasado, los bancos ofrecían créditos con tasas que se ubicaban por encima del 100% anual, lo que hacía que no fuera una opción para la mayoría de las empresas. Y las opciones subsidiadas tenían muchos requisitos, que hacían que pocas pudieran acceder, en especial las pymes, que tenían dificultades para cumplir con todos los requisitos.

La baja de la inflación y de la tasa de referencia, como también la paulatina desaparición de las Leliq, hizo que los bancos volvieran a mirar al sector privado y el interés de los créditos bajara a un 40% y hasta un 25% según el caso. Carolina Castro, de Focco Financiamiento de proyectos, explicó que las tasas dependen de la garantía que la empresa pueda ofrecer y que lo ideal es contar con el aval de una sociedad de garantías recíprocas (SGR), que establezca un monto a prestar, porque con esa evaluación previa se facilita el trámite con el banco. 

Detalló que sigue existiendo financiamiento subsidiado, en el Fondo para la Transformación y el Crecimiento, que presta la mitad de tasa del Banco Nación (hoy en 40%, con lo que queda al 20%); el CFI (Consejo Federal de Inversiones), que por lo general también ofrece un interés que es la mitad del Nación más uno o dos puntos; y el BICE (Banco de Inversión y Comercio Exterior).

Además, el Gobierno provincial ha lanzado dos convocatorias: Mendoza Emprende Semilla, que ofrece hasta $2 millones para fomentar el desarrollo de emprendimientos en etapa temprana (entre 1 y 7 años de funcionamiento); y Mendoza Escala La Iniciativa, que presta hasta $10 millones a empresas de 7 a 14 años de antigüedad, el 80% financiado por Mendoza Fiduciaria, a devolver en 36 meses a una tasa subsidiada (el 50% de la del Banco Nación), y el 20% restante se otorga a través de Aportes No Reembolsables (ANR).

Los nuevos créditos, ¿son una opción para las empresas?

Aunque las tasas de los préstamos bancarios se redujeron, las compañías están en una situación complicada por la caída en las ventas. ¿Planifican inversión?

Las empresas, en particular las pymes, enfrentan una situación con dos caras. Por un lado, la recesión ha provocado una caída en las ventas que no sólo dificulta que se planifiquen inversiones, sino que les presenta el desafío de la supervivencia. Por el otro, después de un par de años de serias complicaciones para importar, muchas necesitan implementar tecnología para poder ganar competitividad, no sólo en el mercado interno, sino el externo. Y en esto, los créditos son una herramienta fundamental.

Carolina Castro, de Focco Financiamiento de proyectos, quien se encarga de buscar financiamiento para empresas y emprendedores, y de armar la carpeta, comentó que se ha empezado a activar la búsqueda de créditos, porque están viendo que el Gobierno sigue teniendo un cierto apoyo social y se aprobó la Ley Bases.

Resaltó que la mayoría están muy afectadas por el aumento de las tarifas, lo que ha hecho que el costo de la luz y el gas, insumos críticos para el proceso productivo, se haya elevado y los impulsa a invertir en energías alternativas. Si antes estos sistemas se amortizaban en 20 años, ahora en apenas 5.

Daniel Ariosto, presidente de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM), comentó que estos créditos a intereses más razonables, del 25 al 30% anual, han sido bienvenidos por el sector empresario, porque había negocios que se perdían por la ausencia de crédito. “Tanto para el comercio chico, como para las pymes y la industria, ha venido muy bien”, resaltó.

Sumó que espera que esto ayude a recuperar actividades detenidas y que ya se están empezando a tomar préstamos para infraestructura, remodelación, cambio de vehículos e incorporación de tecnología.