Tras las elecciones, el mercado recupera el pulso y el empresariado espera señales concretas

El triunfo del oficialismo impactó de manera positiva en el dólar y generó alivio en la ciudadanía. Las expectativas.

La Libertad Avanza dio un batacazo electoral que no esperaba y el resultado trajo alivio a los mercados y también al dólar. De este modo, el lunes 27 hubo una fuerte baja del dólar mientras que mejoraron los bonos soberanos y cayó el riesgo país. El precio de la divisa norteamericana continúa volátil ya que el martes trepó a los $1500 y habrá que ver en dónde se “estaciona”.

En este marco, el sector empresario celebró la estabilidad inicial así como pidió reglas claras y políticas que impulsen la competitividad. Luego de varios meses de freno en las distintas actividades dada la incertidumbre eleccionaria, el paso de los comicios y los resultados favorables al oficialismo nacional y provincial trajeron tranquilidad a los mercados; al menos durante el inicio de la semana. 

En concreto, se generó una reacción inmediata y el dólar bajó $60 (-3,9%) y el lunes cerró a $1.425 para la compra y a $1.465 para la venta. La brecha entre el blue y el tipo de cambio oficial también se redujo. En líneas generales, la paz cambiaria también se sintió en el frente financiero ya que los bonos soberanos recuperaron terreno y el Riesgo País mostró una importante caída. El lunes rozó los 440 puntos mientras que el  martes se ubicó en 600 frente a los 1.081 que se habían registrado el viernes previo al domingo 26. 

De acuerdo con un informe de JP Morgan, la sorpresa positiva del resultado electoral y la consolidación de la coalición oficialista cambiaron radicalmente las expectativas del mercado.   En este sentido, el economista de la consultora Evaluecon, José Vargas expresó que en el escenario poselecciones es preciso analizar las variables tan volátiles se estabilizaron; al menos en el corto plazo. En el mediano y largo, el profesional expresó que hay que ver el precio en el que se equilibra el valor del dólar y ver la manera en que interviene el BCRA y el modo en que se manejan las bandas cambiarias; hoy entre $1.000 y $1.400.

Un cambio de clima 

El voto ciudadano ha sido interpretado por analistas y operadores como un respaldo a la continuidad del rumbo económico, tuvo una suerte de efecto psicológico inmediato. En las últimas semanas antes de los comicios, el mercado se había mostrado paralizado, con operaciones suspendidas o demoradas por la incertidumbre política. En este sentido, desde el sector empresario celebraron en parte esta situación aunque alertaron que no se trata de un cheque en blanco

Santiago Laugero, presidente de la Federación Económica de Mendoza (FEM), expresó que a partir de ahora debería venir una etapa en la que el presidente busque consensos para lograr mayor gobernabilidad. “Hay que ordenar las variables económicas, bajar las tasas y reactivar la producción”, subrayó Laugero como punto clave. El empresario agregó que es fundamental que se avance en reformas estructurales y en una política monetaria acorde para bajar el costo argentino, mejorar la competitividad y aumentar el empleo y la inversión.

Para Rubén Palau, presidente en Mendoza de la Asamblea de Pequeños y Mediano Empresarios (Apyme), destacó que si bien esto puede significar una pausa y cierto alivio para la economía; el ajuste todavía persiste. “Pronto volverán a aumentar las tarifas de servicios públicos y hay muchas pymes complicadas con la economía”, comentó Palau. Esa sensación de “pausa” que caracterizó a la economía previa a las urnas podría empezar a revertirse, aunque no de manera inmediata.

En los sectores productivos y de servicios, los empresarios hablan de un nuevo punto de partida, pero también de la necesidad de señales concretas por parte del Gobierno. De este modo, las expectativas renovadas no implican un cheque en blanco sino una oportunidad para que se concreten las promesas y los proyectos que no avanzaron durante los primeros dos años de gestión.

El foco, según distintos dirigentes sectoriales, debe estar puesto en la competitividad y en la competencia real. En ese sentido, remarcan que el Estado tiene un rol clave para generar condiciones que favorezcan la producción y la inversión. Fabián Solís, presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Mendoza (Asinmet) que luego de dos años de freno, se requieren políticas específicas que impulsen a la industria.

“Para reconstruir esta y otras industrias no solo alcanzará con la reforma laboral o fiscal prometida por el Gobierno nacional sino que se requieren de medidas que contribuyan a sostener el entramado productivo”, sostuvo Solís. Agregó que es importante tener en cuenta que la industria nacional no solo aporta empleo formal con buenos salarios sino que contribuye al crecimiento de la economía y del país. 

“Llevamos mucho tiempo a la espera de la reactivación, pero las pymes seguimos sin crédito ni posibilidades de adquirir tecnología o de invertir para mejorar nuestra productividad”, afirmó Solís. Tanto este empresario como otros dirigentes esperan que pronto comience a normalizarse el crédito y las tasas que hoy continúan altas como una de las maneras más visibles de empezar a impulsar la economía.