Capacitación: el beneficio laboral que persiste

Con salarios deprimidos, las empresas rehúyen a dar beneficios a sus empleados. Las habilidades in company, lo que no pasa de moda.

En un contexto de salarios que no se recuperan, los beneficios de las empresas a sus trabajadores han ido en baja. Sin embargo hay uno clave que se mantiene y se potencia ya que cuenta con el interés de ambas partes. Se trata de la capacitación y la formación in company como una manera de mejorar las habilidades de los trabajadores y una forma de sumar valor personal del otro lado. 

La última encuesta publicada por la compañía de talento internacional, Randstat, mostró que para 4 de cada 5 trabajadores argentinos es importante desarrollar nuevas habilidades (reskilling) en su lugar de trabajo. Dentro de ese 79% se destacó un mayoritario 59% de los consultados que considera que es muy importante que su empleador le brinde la posibilidad de aprender nuevas habilidades y un 20% que indica que es un factor importante. 

Asimismo, el 83% de los trabajadores que tienen intención de cambiar de empleo, consideran este aspecto como especialmente relevante. En Argentina, en el desglose por género se vio que las mujeres (81%) le otorgan más importancia al reskilling que sus colegas hombres (76%). 

En este sentido, la licenciada en Recursos Humanos y cofundadora de Pizca Relaciones Más Humanas, María Paz Gómez, destacó que las empresas utilizan la capacitación como una suerte de caballito de batalla que le viene bien a todas las partes. “Las compañías mejoran su capital humano y las personas suman bagaje profesional que se pueden llevar a todas partes”, detalló la profesional. Agregó que la formación es lo que más se percibe como tendencia de beneficios dentro de las empresas en el contexto actual. 

Formación continua

La última encuesta salarial publicada por  la consultora Perfil Humano perteneciente al primer semestre de 2025 hace una diferenciación con relación a los beneficios. Por un lado están los monetarios y por el otro los no monetarios. Con relación a estos últimos, tanto en las grandes empresas como en las chicas predominan el home office y la flexibilidad para trámites. El resto –como días por paternidad o  más vacaciones- son menos relevantes como beneficio. 

En tanto, las actividades de integración tanto dentro como fuera del horario de trabajo ganan espacio y pueden asociarse a formaciones o capacitaciones aunque no en todos los casos. En esta línea, los beneficios monetarios relacionados con el aprendizaje son el pago de posgrados, sesiones de coaching y clases de inglés. Según esta encuesta, más del 50% de las compañías consultadas de tamaño grande o pyme declararon contar con dichos beneficios, en especial para sus mandos medios y altos. 

Con relación a la importancia de la capacitación, Andrea Avila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay, afirmó: “En un mercado laboral en transformación constante, donde los ciclos son más cortos y los conocimientos y habilidades pierden vigencia cada vez más rápido, las personas valoran especialmente a aquellas empresas que les brindan oportunidades de aprendizaje y desarrollo. La inversión en formación y desarrollo ayuda a las organizaciones a cerrar la brecha de habilidades y la escasez de talento, al tiempo que impacta en el compromiso de sus colaboradores”.

Estabilidad frente a la incertidumbre

El estudio de Randstat mencionó que el contexto de incertidumbre, la inflación y otros componentes de la macroeconomía local explican en parte la actitud conservadora de los trabajadores. De este modo, si bien hay más trabajadores que consideran la posibilidad de cambiar de empleo, muchos todavía no se animan a dar el paso, especialmente en un contexto donde la actividad económica y la demanda laboral no muestran señales de crecimiento sostenido. 

Esta relativa estabilidad es una oportunidad para que las empresas refuercen las estrategias de fidelización y engagement de sus colaboradores para evitar que una mayor intención de cambio impacte en un aumento en la rotación. En este sentido, María Paz Gómez de Pizca recordó que los salarios han quedado retrasados por lo que los beneficios en líneas generales parecen algo secundario. Tal como lo muestra el estudio de Perfil Humano, en la actualidad no hay una tendencia dentro de las empresas en este sentido. Sin embargo, Gómez observó que cada vez más las compañías buscan generar un compromiso de comunicación, escucha y encuentro con el fin de cuidar a sus colaboradores. 

“Más que un beneficio, lo que se hace es trabajar en la identidad hacia adentro, que la propia empresa sea un buen lugar para desarrollarse”, puntualizó la especialista en Gestión Humana. Así, si bien el trabajo remoto persiste como un beneficio no monetario que las firmas locales declaran poseer, lo cierto es que se ha observado cierta retracción. Pese a no haber sido eliminado, la mayoría lo mantiene para una o dos veces por semana. “Se ve que culturalmente estaba alineado con la pandemia y pocas empresas encontrar la manera de sostener el control de lo que se hacía desde las casas”, opinó Gómez.