Cómo está evolucionando la economía argentina y qué se viene
El economista Daniel Garro analizó qué cambios se han producido, cuáles faltan, qué pasará con el dólar y cuándo llegará la esperada recuperación para la clase media.
La situación económica del país genera muchos interrogantes. Algunos están esperando que llegue el cambio prometido, más allá de la baja de la inflación, para que se empiecen a ver los primeros signos de reactivación. La clase media se pregunta por cuánto tiempo más podrá sostenerse. Daniel Garro, de Value International Group, comparte ciertos interrogantes, pero también aporta algunos escenarios para entender lo que puede venir en los próximos meses.
El economista plantea que, en este primer semestre del Gobierno de Javier Milei ha habido modificaciones muy fuertes y un intento de cambio de paradigma también importante, pero advierte que, por ahora, hay medidas de muy corto plazo, que apuntan a generar confianza. Así, buena parte del superávit fiscal se debe al no pago, que no se puede sostener en el largo plazo. Y lo mismo sucede con las medidas cambiarias y financieras.
Consideró que existe un gran desacople entre el corto plazo y el mediano y largo. Si bien hay aspectos en los que puede avanzar sin pasar por el Congreso, y que ya están encaminados, muchos deben tener aval legislativo y ya se ve lo que está pasando con la Ley Bases y el DNU.
Garro indicó que lo que se va a terminar aprobando va a ser muy atenuado con respecto a la primera versión del proyecto y que ésta ya no era lo suficientemente fuerte como para que la economía argentina “pegue un volantazo definitivo”. Esto lleva a que el corto plazo se vaya alargando.

“Hay un cambio de paradigma, de eso no hay ninguna duda, pero hay signos de pregunta y cosas que pueden generarle problemas pronto si no hay reformas estructurales bien fuertes”, advirtió.
Otra de las inquietudes para muchos es qué va a pasar con el dólar. El economista explicó que, en su opinión, si no se sale del cepo en julio, a más tardar, después va a ser difícil porque baja la liquidación de divisas y no se ve una llegada masiva de inversiones extranjeras y un fuerte vuelco de dólares en el mercado.
Consideró que éste sería un buen momento para abandonar el cepo, pero con una salida parcial, liberando todos los mercados cambiarios menos el comercial, porque el Gobierno todavía necesita juntar reservas. “No es lo correcto desde el punto de vista de la propiedad privada, pero es la mirada que ellos tienen: tratar de hacerlo lo más tranquilo y despacio posible para que no se les alteren las variables”, detalló.
Añadió que la demanda de pesos es todavía muy baja y que la contrapartida de los depósitos eran pasivos remunerados, que ahora están disminuyendo, pero se están cambiando por títulos de la deuda pública, con lo que no se ha eliminado el problema. Además, al generar este cambio, se está obligando a los bancos a salir al mercado a colocar préstamos, pero para eso tiene que haber un horizonte de mediano a largo plazo, como para que las empresas y las personas salgan a tomar créditos, y la recesión no ayuda.
Garro evaluó que es probable que el tipo de cambio tenga cierta volatilidad hasta julio y habrá que ver, si no se sale del cepo, cómo el mercado interpreta esa no salida en función de las variables, como la tasa de variación de precios.
Pero sin duda, uno de los interrogantes más importantes es cuándo llegará el alivio para los sectores medios y bajos. En esto, se mostró bastante crítico y manifestó que la recuperación va a ser muy lenta, porque “durante muchos años, los gobiernos le hicieron creer a la gente que con salarios bajos se podía vivir como en Suiza”.
Indicó que, si el Estado tenía que pagar -y lo hace, porque todavía no se eliminan los subsidios- buena parte de la luz, el gas, el celular, el transporte público, las vacaciones (PreViaje), el colegio privado y la salud (las cuotas de las prepagas estaban fuertemente reguladas), “todo eso quiere decir que sos pobre”.
Lo que está haciendo Milei, resaltó, es sincerar ese proceso. Explicó que, para medir la estructura de ingresos de un país, se divide a la población en deciles (rangos del 10%). En Argentina, el decil 10 -es decir, el de ingresos más altos- va de unos $450 mil a $5 millones. Ese piso de $450 mil equivale a unos US$ 450 mensuales y poco más de US$ 4.500 al año, y eso es para quienes mejor ganan.
“En cualquier país del mundo, con ese ingreso no podés tener ni un ventilador en tu casa. Sin embargo, en Argentina te hicieron creer que podías tener dos aires acondicionados, irte de vacaciones, mandar a tu chico a un colegio privado, etcétera. Es decir, que la pobreza no es del 55% sino que del 92 a 93%”, lanzó.
En este sentido, señaló que sólo se ha sincerado la situación con una reestructuración de precios relativos, que implica empezar a pagar lo que realmente valen las cosas, sin subsidio. Porque, además, la inflación cada vez era más alta y se producía una situación de injusticia distributiva ya que la gente con mejores ingresos se iba de vacaciones con el PreViaje y tenía otros consumos subsidiados, que, a través de la inflación, pagaba la de los sectores medios, medios bajos y bajos.
Este sinceramiento generó una caída muy fuerte en el consumo e, incluso, un desahorro, porque muchas personas están vendiendo los dólares que habían “juntado bajo el colchón”. “Pero bueno, es producto de que pudiste ahorrar mientras te mintieron, porque no tenías capacidad de ahorro”, expresó el economista.
En función de esto, opinó que el proceso va a ser lento, porque para acelerarlo se necesitan inversiones y ahorro local, mientras que no se vislumbran ninguno de los dos en el corto plazo. Esto, porque los inversores están con la mirada puesta en qué va a pasar en el Congreso y la gente, en lugar de ahorrar, está gastando lo que había logrado guardar.
Y pensando en los próximos días y la llegada del aguinaldo, Garro aconsejó, a quienes puedan invertir una parte, buscar un instrumento que genere una tasa en pesos, a no más de 30 días, y esperar a qué sucede con el dólar. Y si existe la posibilidad, directamente comprar dólares y guardarlos.
Resaltó que la idea es generar ahorros todos los meses, pero esto requiere cambiar la estructura de consumo. Esto implica no sólo reducir gastos -ajustar el uso de la electricidad, gas y telefonía, cambiar de empresa de medicina prepaga, reducir las compras en el supermercado-, sino “analizar cada costo familiar al centavo”.
Garro indicó que es importante ahorrar para poder invertir, de manera de no depender de un salario, porque, en todo el mundo, muchas profesiones van a desaparecer -y ya lo están haciendo- por el blockchain y la inteligencia artificial, a menos que les agreguen valor. “El cambio es profundísimo y como Argentina está tratando de entrar en el mundo, ese cambio de paradigma se acentúa aún más en nuestro país”, concluyó.

Qué puede pasar con el dólar en las próximas semanas
El economista Daniel Garro analizó cuándo debería producirse la salida del cepo y de qué manera, y si se sostendrá la volatilidad.
La situación económica del país genera muchos interrogantes. Uno de ellos es qué va a pasar con el dólar, siendo que el blue se despertó después de varios meses de letargo. El economista explicó que, en su opinión, si no se sale del cepo en julio, a más tardar, después va a ser difícil, porque baja la liquidación de divisas y no se ve una llegada masiva de inversiones extranjeras y un fuerte vuelco de dólares en el mercado.
Consideró que éste sería un buen momento para abandonar el cepo, pero con una salida parcial, liberando todos los mercados cambiarios menos el comercial, porque el Gobierno todavía necesita juntar reservas. “No es lo correcto desde el punto de vista de la propiedad privada, pero es la mirada que ellos tienen: tratar de hacerlo lo más tranquilo y despacio posible para que no se les alteren las variables”, detalló.
Añadió que la demanda de pesos es todavía muy baja y que la contrapartida de los depósitos eran pasivos remunerados, que ahora están disminuyendo, pero se están cambiando por títulos de la deuda pública, con lo que no se ha eliminado el problema. Además, al generar este cambio, se está obligando a los bancos a salir al mercado a colocar préstamos, pero para eso tiene que haber un horizonte de mediano a largo plazo, como para que las empresas y las personas salgan a tomar créditos, y la recesión no ayuda.
Garro evaluó que es probable que el tipo de cambio tenga cierta volatilidad hasta julio y habrá que ver, si no se sale del cepo, cómo el mercado interpreta esa no salida en función de las variables, como la tasa de variación de precios.
En qué conviene invertir el aguinaldo
Aunque muchos podrían destinarlo a pagar deudas, otros podrían ahorrar una parte. El economista Daniel Garro recomienda qué hacer en este caso.
En los próximos días, muchos cobrarán la mitad del ansiado sueldo anual complementario. O aguinaldo. Aunque es probable que un buen número de personas lo dediquen a intentar “sanear” la economía familiar, hay quienes podrán invertir una parte. En este caso, Garro aconsejó buscar un instrumento que genere una tasa en pesos, a no más de 30 días, y esperar a qué sucede con el dólar. Y si existe la posibilidad, directamente comprar dólares y guardarlos.
Resaltó que la idea es generar ahorros todos los meses, pero esto requiere cambiar la estructura de consumo, ya que se ha producido un sinceramiento de los precios. Esto implica no sólo reducir gastos -ajustar el uso de la electricidad, gas y telefonía, cambiar de empresa de medicina prepaga, reducir las compras en el supermercado-, sino “analizar cada costo familiar al centavo”.
Garro indicó que es importante ahorrar para poder invertir, de manera de no depender de un salario, porque, en todo el mundo, muchas profesiones van a desaparecer -y ya lo están haciendo- por el blockchain y la inteligencia artificial, a menos que les agreguen valor. “El cambio es profundísimo y como Argentina está tratando de entrar en el mundo, ese cambio de paradigma se acentúa aún más en nuestro país”, concluyó.

Cuándo llegará la recuperación para la clase media
El titular de Value International Group, Daniel Garro, explicó a qué se debe esta caída en la capacidad de compra y de qué depende la llegada de un alivio.
En un contexto que se presenta desafiante, la clase media se pregunta por cuánto tiempo más podrá sostenerse. El economista manifestó que la recuperación para los sectores medios y bajos va a ser muy lenta, porque “durante muchos años, los gobiernos le hicieron creer a la gente que con salarios bajos se podía vivir como en Suiza”.
Indicó que, si el Estado tenía que pagar -y lo hace, porque todavía no se eliminan los subsidios- buena parte de la luz, el gas, el celular, el transporte público, las vacaciones (PreViaje), el colegio privado y la salud (las cuotas de las prepagas estaban fuertemente reguladas), “todo eso quiere decir que sos pobre”.
Lo que está haciendo Milei, resaltó, es sincerar ese proceso. Explicó que, para medir la estructura de ingresos de un país, se divide a la población en deciles (rangos del 10%). En Argentina, el decil 10 -es decir, el de ingresos más altos- va de unos $450 mil a $5 millones. Ese piso de $450 mil equivale a unos US$ 450 mensuales y poco más de US$ 4.500 al año, y eso es para quienes mejor ganan.
“En cualquier país del mundo, con ese ingreso no podés tener ni un ventilador en tu casa. Sin embargo, en Argentina te hicieron creer que podías tener dos aires acondicionados, irte de vacaciones, mandar a tu chico a un colegio privado, etcétera. Es decir, que la pobreza no es del 55% sino que del 92 a 93%”, lanzó.
En función de esto, opinó que el proceso va a ser lento, porque para acelerarlo se necesitan inversiones y ahorro local, mientras que no se vislumbran ninguno de los dos en el corto plazo. Esto, porque los inversores están con la mirada puesta en qué va a pasar en el Congreso y la gente, en lugar de ahorrar, está gastando lo que había logrado guardar.