Con la tasa de plazo fijo actual, ¿en qué se puede invertir?

La evolución del dólar también es muy baja con respecto al ajuste de precios, lo que hace que tampoco sea una opción atractiva, a menos que se piense en el mediano plazo.

Las tasas de los plazos fijos cayeron del 100% anual, con el que ya se habían quedado muy por detrás de la inflación, al 70% en la mayoría de los bancos. Por otra parte, el dólar oficial se viene moviendo al 2% mensual y el blue no ha mostrado sobresaltos, aunque esto podría cambiar con un sistema bimonetario. Ante este panorama, ¿qué pueden hacer los inversores más conservadores con sus ahorros?

Quienes alcanzan un cierto nivel de ahorro mensual -aunque cada vez son menos- y quieren ganarle a la inflación, pero no están dispuestos a asumir riesgos, suelen optar por el plazo fijo tradicional o la compra de dólares. Cuando la gestión anterior quería evitar que los ahorristas se fueran a la divisa estadounidense e hicieran trepar el valor del blue, fue llevando las tasas de depósitos en los bancos muy cerca de la inflación mensual y, algunos meses, llegaron a ganarle, lo hizo que un buen número de personas optara por esta herramienta.

Otros, que desconfían de tener dinero en el banco, con la historia argentina dándoles motivos para esa desconfianza, han preferido tener dólares “bajo el colchón”. Es decir, cambiar aquellos pesos sobrantes y que querían preservar de la pérdida de valor en el mercado paralelo, ya que el oficial fue teniendo cada vez más restricciones de acceso y un límite mensual de US$ 200.

El economista Daniel Garro, de Value International Group, analiza que se viene dando una conjunción muy particular: el dólar blue está cayendo -llegó a perforar el piso de los $1.000 y después repuntó, pero apenas por encima-, la tasa de variación de precios todavía sigue alta (fue del 13,2% mensual en febrero) y las tasas de interés siguen siendo negativas en términos reales.

Y advierte que, “para que esto ocurra, hay una intervención de política económica. En un mercado completamente libre, no hay ninguna posibilidad de que, con una variación de precios del 13% mensual en febrero y un acumulado de más del 270% anual, el dólar pueda bajar su precio y las tasas de interés estén por debajo de esas cifras de variación de precios”.

Asimismo, plantea que “la disminución muy fuerte del consumo no tiene como contrapartida un aumento del ahorro, sino todo lo contrario: parte de ese ahorro se está utilizando para cubrir el incremento en gastos”. De hecho, Garro señala que tanto las personas como las pymes se están teniendo que desprender de los dólares ahorrados, lo que mantiene alta la oferta y bajo el precio de esta moneda, para poder hacer frente a la suba en los costos.

¿En qué ahorrar?

Aún así, hay quienes logran tener un excedente mensual y, ante este panorama difícil de descifrar, buscan alguna inversión que les asegure un resguardo de valor, frente a una inflación mensual que todavía se mantiene en los dos dígitos. Jaime Rodríguez, presidente del directorio de San Juan Bursátil (SJB), reconoció que el contexto es complicado, porque todas las tasas son negativas con respecto a la evolución de precios. Como las de los plazos fijos cayeron al 80 o 70%, arrastraron también a las de los fondos “money market” (o inversiones rápidas), porque fundamentalmente invierten en plazos fijos.

El asesor señaló que existen alternativas bastante buenas, pero que están asociadas a un poco más de riesgo. Sin embargo, para un perfil de inversor totalmente conservador y con poco conocimiento de las herramientas del mercado, que tenía su dinero en plazo fijo, una bastante razonable sería un fondo mixto, que invierten en activos como bonos corporativos o de gobierno.

Rodríguez explicó que se trata de una opción de riesgo moderado (ya no conservador), pero que hay fondos que ofrecen cobertura por tipo de cambio o por inflación, que, influidos por la baja del dólar y porque está habiendo muy buenos indicios sobre el mercado de capitales argentinos -en tanto el Gobierno reduce el gasto público y recompone las reservas-, están teniendo una fuerte suba.

Detalló que estos activos están teniendo un rendimiento anualizado del orden del 200%, lo que empieza a ser un poco más atractivo, ya que les gana mucho a las opciones de renta fija y se acerca un poco a la inflación acumulada en los últimos 12 meses (del 276,2% interanual en febrero).

El titular de SJB detalló que las acciones -de riesgo alto- han subido mucho en lo que va del año y que, de hecho, el Merval medido en dólares está llegando a máximos de los últimos 10 años, por encima de los US$ 1000, y hay bonos que están en el orden de los 40 o 50 centavos de dólar, cuanod venían de 20 a 23 centavos, lo que implica subas acumuladas de más del 70%, medidas en dólares, desde que empezó 2024.

El dólar, ¿es una opción?

“Tenemos que partir de la base de que hoy en día no hay absolutamente ningún activo de bajo riesgo que le gane a la inflación”, lanza Diego Lentini, economista y creador de la plataforma Doctor de tus finanzas. Los plazos fijos, añade, tuvieron una importante baja de tasas porque es parte de la estrategia del Gobierno, que busca licuar los pesos en el mercado. Explica que, si la inflación de un mes es más alta de lo que pagan los bancos en el mismo período, el ahorrista pierde poder de compra, pero el Estado tiene que pagar menos.

Pero resaltó que el mercado celebra eso y los bonos argentinos en el exterior lo reflejan, porque si el Estado gasta menos, ahorra más y, por eso, tiene más posibilidades de pagar esos bonos, que, en definitiva, son deuda. Entonces, el inversor está más dispuesto a comprar esos activos, porque todo indica que Argentina los va a pagar y el precio sube. Con las acciones, detalló Lentini, sucede algo parecido: a medida que el mercado se va normalizando, van subiendo los precios.

Para “el ama de casa o el señor de a pie” recomendó ir a comprar dólares. Esto, porque consideró poco probable que siga teniendo un valor cercano a los $1000 y tampoco avizoró que vaya a repetirse lo que pasó en 2001, que primero subió a $4 y después cayó a $3. El asesor resaltó que el ahorrista evite ir a las cuevas y que opte, en cambio, por adquirirlos a través del mercado de capitales.

Para un inversor un poco más sofisticado, indicó que una buena alternativa son los fondos comunes de inversión que van siguiendo al dólar oficial, conocidos como “dollar linked”. Esto, porque van a tener un rendimiento asociado a la devaluación del tipo de cambio oficial, que se puede anticipar con una unificación cambiaria en los próximos meses. Sobre todo, estimó que van a rendir mejor que los que ajustan por inflación, que están teniendo malos resultados; básicamente, porque se espera que la inflación siga bajando.

Una opción adicional, detalló, para quien cuenta con algo más de experiencia o tiene un asesor financiero, es trabajar con obligaciones negociables, que son bonos de empresas privadas. Sobre esto, prefirió no mencionar una en particular, porque muchas están muy caras y su valor se modifica diariamente, por lo que se debe ser muy selectivo.

Con la tasa de plazo fijo actual, ¿en qué se puede invertir?

Para reducir los pesos circulantes, el Gobierno fijó intereses muy bajos, pero hay otros instrumentos que tienen mejores rendimientos.

Jaime Rodríguez, presidente del directorio de San Juan Bursátil (SJB), reconoció que el contexto es complicado, porque todas las tasas son negativas con respecto a la evolución de precios. Como las de los plazos fijos cayeron al 80 o 70%, arrastraron también a las de los fondos “money market” (o inversiones rápidas), porque fundamentalmente invierten en plazos fijos.

El asesor señaló que existen alternativas bastante buenas, pero que están asociadas a un poco más de riesgo. Sin embargo, para un perfil de inversor totalmente conservador y con poco conocimiento de las herramientas del mercado, que tenía su dinero en plazo fijo, una bastante razonable sería un fondo mixto, que invierten en activos como bonos corporativos o de gobierno.

Rodríguez explicó que se trata de una opción de riesgo moderado (ya no conservador), pero que hay fondos que ofrecen cobertura por tipo de cambio o por inflación, que, influidos por la baja del dólar y porque está habiendo muy buenos indicios sobre el mercado de capitales argentinos -en tanto el Gobierno reduce el gasto público y recompone las reservas-, están teniendo una fuerte suba.

Detalló que estos activos están teniendo un rendimiento anualizado del orden del 200%, lo que empieza a ser un poco más atractivo, ya que les gana mucho a las opciones de renta fija y se acerca un poco a la inflación acumulada en los últimos 12 meses (del 276,2% interanual en febrero).

Comprar dólares, ¿es una buena opción?

El tipo de cambio oficial tiene una tasa de devaluación del 2% mensual y el blue sigue en torno a los $1000, pero hay quienes plantean que esto podría cambiar.

“Tenemos que partir de la base de que hoy en día no hay absolutamente ningún activo de bajo riesgo que le gane a la inflación”, lanza Diego Lentini, economista y creador de la plataforma Doctor de tus finanzas. Para “el ama de casa o el señor de a pie” recomendó ir a comprar dólares. Esto, porque consideró poco probable que siga teniendo un valor cercano a los $1000 y tampoco avizoró que vaya a repetirse lo que pasó en 2001, que primero subió a $4 y después cayó a $3. El asesor resaltó que el ahorrista evite ir a las cuevas y que opte, en cambio, por adquirirlos a través del mercado de capitales.

Para un inversor un poco más sofisticado, indicó que una buena alternativa son los fondos comunes de inversión que van siguiendo al dólar oficial, conocidos como “dollar linked”. Esto, porque van a tener un rendimiento asociado a la devaluación del tipo de cambio oficial, que se puede anticipar con una unificación cambiaria en los próximos meses. Sobre todo, estimó que van a rendir mejor que los que ajustan por inflación, que están teniendo malos resultados; básicamente, porque se espera que la inflación siga bajando.

Una opción adicional, detalló, para quien cuenta con algo más de experiencia o tiene un asesor financiero, es trabajar con obligaciones negociables, que son bonos de empresas privadas. Sobre esto, prefirió no mencionar una en particular, porque muchas están muy caras y su valor se modifica diariamente, por lo que se debe ser muy selectivo.