Construcción bajo presión: sin crédito y una compleja ecuación costos-precios
Los indicadores de la construcción muestran que todavía está a la baja. Qué pasó con los materiales y qué opinan los empresarios.
En julio de 2025 el indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC) que mide el Indec mostró una mejora interanual de 1,4% respecto a igual mes de 2024. El acumulado de los siete primeros meses de este año presentó un aumento de 9,2% respecto a igual período de 2024. En tanto, según la misma fuente, en julio de 2025 el índice de la serie desestacionalizada –es decir la mensual- muestra una variación negativa de 1,8% respecto al mes anterior.
Para poner en contexto los datos, hay que recordar que el mismo ISAC de julio de 2024 registró una baja interanual del 20,4%. A su vez, la variación acumulada en los primeros siete meses del año pasado fue una baja del 30,9% con respecto al mismo período del año anterior. De este modo, si bien hubo una mejora en lo que va del 2025, el sector está lejos del dinamismo de 2023 y no ha recuperado todavía sus niveles de actividad previos.
A la estocada del freno de la obra pública desde 2024 se sumó a la dificultad para hacer congeniar precios con costos. Es que mientras los últimos han tenido subas incesantes en dólares, los primeros no han podido crecer debido a la baja demanda y a los salarios todavía deprimidos. En este contexto, Santiago Laugero –constructor y presidente de la Federación Económica de Mendoza (FEM)- expresó que en Mendoza se ha dado una leve mejora debido al inicio de las obras provinciales vinculadas a los fondos del resarcimiento, principalmente.
En lo que respecta al sector privado, continuó Laugero, los proyectos en el segmento ABC1 son los que predominan, pero con precios estables y márgenes bajos por costos y competencia. “Por el momento, hay una imposibilidad de los desarrolladores de generar proyectos que atiendan a los créditos preacordados menores a U$S100.000”, señaló el empresario. En medio de una semana con un dólar convulsionado, las perspectivas a corto plazo no parecieran ofrecer muchos cambios.
En la misma línea, Dalmiro Barbeito, presidente de la Cámara de Empresas de la Construcción Independientes de Mendoza (Cecim), expresó que en el escenario actual las condiciones para lograrlo son muy complejas. “Por el momento no vemos un indicio de que vayan a mejorar las variables de competitividad”, observó el profesional. Reclamó así una política impositiva clara y “menos agobiante” al tiempo que un financiamiento a tasas razonables.
Para tener una idea de los altos costos que hoy posee la construcción en Argentina, Barbeito ejemplificó que si se encara una obra compleja, el metro cuadrado en Argentina cuesta 1.620 dólares mientras que en Paraguay no llega a los 920 dólares. “¿Por qué esta diferencia? Por la carga impositiva”, reflexionó el presidente de la Cecim. El dirigente empresario también enfatizó que desde hace algún tiempo tanto pymes de la construcción como grandes constructoras están con muy baja productividad por la falta de trabajo. “Esto se traduce en menos insumos, menos mano de obra, desocupación y un panorama muy incierto por delante”, sintetizó Barbeito.
Qué pasa con los materiales
Con relación a los costos de los materiales, luego de un respiro, los precios en Mendoza volvieron a subir. Así lo marcó el Índice de la Red Edificar (IRE) para el mes de agosto. En este lapso los materiales registraron un incremento del 3,56%, lo que se sumó al 2,86% de julio. Este repunte cortó de manera abrupta la tendencia de estabilidad que se había observado en mayo y en junio, cuando los precios prácticamente se habían mantenido sin cambios.En conjunto, los valores de los insumos acumularon una variación cercana al 6,5% en apenas dos meses, lo que elevó el acumulado anual de enero a agosto al 14,33%.
Este panorama dio cuenta de que la presión inflacionaria continúa sobre el sector. La suba del dólar luego de las elecciones bonaerenses y la presión del tipo de cambio por encima de la banda de los $1.400 también han comenzado a incidir en los precios de muchos de los materiales de la construcción. Según el informe de Edificar, hay varios factores están detrás de esta nueva aceleración además de la volatilidad del precio del dólar.
Entre otros, mencionó el aumento en los costos de reposición por la inflación y el fuerte incremento en la tasa de interés, que encarece el financiamiento para proyectos de construcción. Si bien el impacto puede variar entre las empresas, la tendencia es clara y generalizada. La Red Edificar reúne a empresas líderes proveedoras de materiales de construcción en Mendoza y abarca toda la gama constructiva. Forman parte de la Red: Hipercerámico, Mendoglass, Tekno, Giuffré Maderas, Reno Amoblamientos, Saldaña Materiales, Gencoelec, Industrias Chirino, Hormiserv, Macromat y Máchena Ferretería.
Desaceleración de la demanda
Mientras los precios subieron, la demanda se comportó de manera opuesta. El Índice Construya (IC), que mide los despachos de insumos para el sector privado, registró una caída del 8,59% en agosto respecto al mes anterior. En la comparación interanual, la baja fue del 5,5%, marcando la primera contracción en siete meses.
Desde la agrupación Construya explicaron que “la recuperación sectorial, que venía mostrando una desaceleración leve hasta junio, se transformó en contracción en julio y agosto”. Atribuyeron este cambio al nuevo contexto macroeconómico y, en particular, a la subida de la tasa de interés, que impacta de forma negativa en la dinámica del sector.
A pesar de este retroceso, el acumulado de enero a agosto de 2025 aún se mantiene un 6,9% por encima del mismo período del año anterior. Desde Construya manifestaron preocupación por si este fenómeno de contracción en la demanda es temporal y se esperanzaron en que la mencionada suba de tasas sea una medida transitoria y no se convierta en una tendencia a largo plazo.