El futuro de la economía: por qué es importante la educación

En medio de un reacomodamiento feroz y de las dificultades que ha comenzado a tener la educación pública, es importante poner en foco la importancia de apostar por una formación que incentive la innovación.

Con una formidable desregulación de la economía en una de las crisis más profundas del país, la educación parece no estar en la agenda de muchos. Sin embargo, es claramente el  punto de partida para la construcción de un país desarrollado y con posibilidades de insertarse en un mundo cada vez más globalizado y competitivo. Ahora la fuerza laboral no solo se abre de Argentina a otros países sino que también se da en el sentido inverso, todo en un marco de una gran escasez de talento según las empresas más grandes de Recursos Humanos.

La educación tiene alto impacto en la fuerza laboral y en la creatividad emprendedora o empresaria de un país. Uno de los datos que destacó el último informe del Ieral de la Fundación Mediterránea  para la economía provincial es que en los últimos 10 años, el empleo privado formal ha estado estancado a la par que crece la informalidad. Esto está en correlación directa con la caída generalizada del poder adquisitivo ya que más allá de la coyuntura actual dicha baja es mayor en Mendoza que en el promedio nacional.

La informalidad impacta en la mencionada baja debido a que son los sectores menos competitivos los que mayores niveles de trabajo no registrado poseen. Por ejemplo, el petróleo, la minería o la industria del conocimiento no solo se encuentran entre los rubros mejor pagos sino con casi nulos registros de trabajadores informales. Por otro lado, según marcó el informe mencionado, los grandes problemas del mercado laboral local están íntimamente relacionados con la baja productividad del empleo en la provincia.

Aquí, otra vez, la dinámica en Mendoza es peor que la nacional. Situación que se explica en parte por la falta de inversiones, una economía que se achica y pocos incentivos tributarios. No obstante, para que la torta comience a crecer la apuesta por una educación que maximice la eficiencia es un paso clave. De este modo, desde el Ieral plantean desde hace algunos años la necesidad de impulsar un sistema educativo que responda a los requerimientos de productividad y fortalezca la innovación como un paso clave en el crecimiento de un país.

Formación actual y demandas futuras

“La innovación es uno de los pilares más importantes de la productividad”, destacó el economista de la Fundación Mediterránea Gustavo Reyes durante la presentación del informe. Agregó que no se trata de tener súper centros tecnológicos sino que en cada uno de los trabajos debe haber una cultura de innovación. “Eso es lo realmente productivo”, sintetizó. Así con una visión de largo plazo, es clave que comiencen los cambios para que dentro de 20 años los actuales estudiantes sean adultos con perspectivas innovadoras.

En la actualidad existe escasez de talento en líneas generales y sectores con mayores perspectivas de crecimiento o impacto como petróleo y tecnología no alcanzan a cubrir los puestos requeridos por escasez de profesionales. Esto, pese a que desde el Gobierno provincial se vienen implementando incentivos para formaciones más técnicas. Incluso, distintas cámaras empresarias tienen programas específicos de capacitaciones. Es el caso de Asinmet y la Federación Económica de Mendoza (FEM), entre otras. Además, Mendoza se distingue por una amplia y completa oferta educativa que atrae a diversas empresas de impulso tecnológico como es el caso de Globant.

Sin embargo, todas esas características positivas parecen no alcanzar para un mundo que corre tras los avances tecnológicos y deja fuera de carrera a los que no puede subirse a ellos. En función de los datos, Mendoza no se logra subir a ese tren y debe sumar productividad e innovación. En el Foro de Inversiones & Negocios, el presidente del Consejo Empresario Mendocino (CEM), Eduardo Pulenta, destacó el sistema emprendedor y virtuoso entre empresas, Estado y universidades. “Es muy importante la apuesta por la capacitación en escuelas así como en terciarias y universidades para que Mendoza afiance su oferta educativa”, subrayó el empresario.

La educación tradicional en los centros de formación conocidos es el principal punto que apoyar y mejorar. Sin embargo, no es el único ya que en la actualidad tanto la diversidad como el dinamismo de la economía y el mercado de trabajo requieren formaciones alternativas y empresas comprometidas con la capacitación de su personal. Además, es la manera que hoy tienen las compañías de hacer frente a la escasez de talento.

En este sentido, el dirigente empresario y político, Julio Totero (actual directivo de Impsa) subrayó que es importante apoyar a la Agencia de innovación desarrollo para que logre sus objetivos. El fortalecimiento tecnológico de las pymes industriales es un tema a tener en cuenta, del mismo modo que la baja creación de ingenieros en medio del crecimiento del sector petrolero y de la futura apuesta por la minería de cobre. Diego Trabucco, presidente y CEO de Aconcagua Energía, expresó que el petróleo no convencional todavía no termina de crecer y que será mucho mayor la demanda de ingenieros que podrían escasear.

La cultura de la innovación

Desde el Ieral, en tanto, hacen hincapié en la innovación como lo realmente productivo y, dentro de su apartado de “qué hijos les vamos a dejar a Mendoza”, expresaron que la innovación no solo se ata a las carreras de base tecnológica sino que, por el contrario, tienen que estar atadas a la cotidianeidad. “Es en los trabajos cotidianos y comunes donde se producen la mayoría de las innovaciones más allá de las áreas TIC”, apuntaron en el informe. Para sostener la idea, la Mediterránea acercó los resultados de un estudio que muestra que  la mayoría de las ideas de nuevos negocios más relevantes en el mundo provienen en un 72% de los propios trabajadores. Dentro de este porcentaje el 20% son personas “comunes” y solamente el  8% científicos y gente relacionada con la tecnología y la investigación

Entre sus conclusiones expresaron que es preciso enseñar estas habilidades a los maestros como parte de un trabajo conjunto entre Gobierno, oposición, sector privado y familias. “Tener éxito en esta política, permitirá alcanzar una sociedad más prolífera en crear ideas innovadoras y por lo tanto, dotará a la economía de un mayor crecimiento y bienestar”, subrayó el trabajo. Así, desde la entidad sumaron que si se desea impulsar el desarrollo económico sustentable, hay que pensar en herramientas que sean manejables desde la provincia (sin dependencia de la Nación) y generen gran impacto en la economía.

Propusieron una política educativa que incentive a  la curiosidad, la creatividad y poder de observación.  La mejor forma de contar con más mendocinos “innovadores” es generar incentivos a partir del sistema educativo y, dado que el objetivo es estimular la mayor cantidad posible de ciudadanos “comunes”, es más relevante que esto se produzca en la educación primaria y secundaria que en la universitaria ya que no todos acceden a esta instancia. De esta forma, si el objetivo es potenciar la capacidad de innovación, se requiere un cambio radical del sistema educativo que estimule la curiosidad y la creatividad, importante cualidad natural con la que nacen los niños.

Educación y productividad

Para que la torta se agrande una de las patas principales es la apuesta por la innovación

Uno de los datos que destacó el último informe del Ieral de la Fundación Mediterránea  para la economía provincial es que en los últimos 10 años, el empleo privado formal ha estado estancado a la par que crece la informalidad. Esto impacta porque son los sectores menos competitivos los que mayores niveles de trabajo no registrado poseen. Por ejemplo, el petróleo, la minería o la industria del conocimiento no solo se encuentran entre los rubros mejor pagos sino con casi nulos registros de trabajadores informales.

Según el informe mencionado, los grandes problemas del mercado laboral local están íntimamente relacionados con la baja productividad del empleo en la provincia. En este marco, para que la torta comience a crecer la apuesta por una educación que maximice la eficiencia es un paso clave. De este modo, desde el Ieral plantean desde hace algunos años la necesidad de impulsar un sistema educativo que responda a los requerimientos de productividad y fortalezca la innovación como un paso clave en el crecimiento de un país.

Incentivos que quedan cortos

Mendoza cuenta con incentivos estatales y privados para mejorar la educación, pero aún escasean talentos.

En la actualidad existe escasez de talento en líneas generales y sectores con mayores perspectivas de crecimiento o impacto como petróleo y tecnología no alcanzan a cubrir los puestos requeridos por escasez de profesionales. Esto, pese a que desde el Gobierno provincial se vienen implementando incentivos para formaciones más técnicas. Incluso, distintas cámaras empresarias tienen programas específicos de capacitaciones.  Además, Mendoza se distingue por una amplia y completa oferta educativa que atrae a diversas empresas de impulso tecnológico.

Sin embargo, todas esas características positivas parecen no alcanzar para un mundo que corre tras los avances tecnológicos y deja fuera de carrera a los que no puede subirse a ellos. En función de los datos, Mendoza no se logra subir a ese tren y debe sumar productividad e innovación. En este marco, referentes como el presidente del Consejo Empresario Mendocino (CEM), Eduardo Pulenta y el dirigente Julio Totero hacen hincapié en la importancia de afianzar la oferta educativa. En tanto, Diego Trabucco, presidente y CEO de Aconcagua Energía, expresó que el petróleo no convencional pronto demandará todavía más ingenieros, rubro en el que hay escasez.

Innovar es crecer

Para pensar en la Mendoza del futuro, es preciso incentivar a los niños a desarrollar su curiosidad en creatividad.

Desde el Ieral señalaron que es trabajar con los maestros como parte de un trabajo conjunto entre Gobierno, oposición, sector privado y familias. “Tener éxito en esta política, permitirá alcanzar una sociedad más prolífera en crear ideas innovadoras y por lo tanto, dotará a la economía de un mayor crecimiento y bienestar”, subrayaron. Así, desde la entidad sumaron que si se desea impulsar el desarrollo económico sustentable, hay que pensar en herramientas que sean manejables desde la provincia (sin dependencia de la Nación) y generen gran impacto en la economía.

Propusieron una política educativa que incentive a  la curiosidad, la creatividad y poder de observación. La mejor forma de contar con más mendocinos “innovadores” es generar incentivos a partir del sistema educativo y, dado que el objetivo es estimular la mayor cantidad posible de ciudadanos “comunes”, es más relevante que esto se produzca en la educación primaria y secundaria que en la universitaria ya que no todos acceden a esta instancia. De esta forma, si el objetivo es potenciar la capacidad de innovación, se requiere un cambio radical del sistema educativo que estimule la curiosidad y la creatividad, importante cualidad natural con la que nacen los niños.