Endeudamiento en alza y la opción que ofrecen los bancos
En función de que las familias están cada vez más endeudadas, las entidades bancarias han salido a promocionar sus planes para refinanciar las tarjetas.
Los hogares argentinos enfrentan una situación financiera crítica ya que el endeudamiento alcanzó el nivel más alto en dos décadas. Según datos del Banco Central de la República Argentina (BCRA), cerca de un 19% de los ingresos familiares se destina al pago de deudas. Este triste récord refleja la desesperada estrategia de las familias argentinas para sostener niveles mínimos de consumo ante la constante pérdida de poder adquisitivo.
Al tiempo que las obligaciones financieras se disparan, los ingresos no logran seguir el ritmo y según lo publicado por AENews, los salarios terminarán con fuertes pérdidas de poder adquisitivo durante 2025. En este marco, crece la cantidad de familias que recurren a las tarjetas de crédito para llevar adelante sus consumos básicos al mismo tiempo que también aumenta la morosidad en el pago. Aunque por familia hay entre tres y cuatro tarjetas de crédito activas, el incremento en las tasas de financiamiento y la caída real del salario impactan en las posibilidades de estar al día.
Datos que alarman
La brecha entre los ingresos estancados y los costos de vida crecientes empuja a los hogares a tomar nuevas obligaciones. Se estima que solo en 2025, un 65% de los hogares del país contrajo entre dos y tres deudas y un 23% solo una. De este modo, el uso de la tarjeta de crédito se convirtió en un recurso habitual, pero también en una trampa peligrosa. Más del 50% de los usuarios activos hoy opta por pagar únicamente el mínimo impuesto por el banco. Sin embargo, la repetición de esta práctica conduce a una acumulación de intereses que perjudica severamente la economía familiar.
El aumento del endeudamiento fue, para muchos, la única válvula de escape frente a la asfixiante situación económica. La magnitud del problema queda en evidencia con la escalada de la morosidad: la tasa de irregularidad (mora) en las familias pasó del 2,55% en diciembre de 2024 al 5,66% en julio de 2025, un nivel que no se veía desde 2008, de acuerdo con información aportada por DataClave. Este salto refleja la intensa presión sobre la capacidad de pago de los deudores y representa un desafío para la estabilidad financiera del país.
Este contexto de creciente incumplimiento generó una reacción inmediata en el sector financiero. Las entidades bancarias endurecieron los requisitos para otorgar nuevos préstamos, tanto a familias como a empresas, ante el temor a una escalada de impagos. Según el BCRA, la morosidad de los créditos otorgados a hogares ya alcanzó el 4,5% en mayo, una señal de alarma que impulsa la cautela bancaria.
Refinanciar la tarjeta
Por este motivo, los bancos han comenzado a ofrecer a sus clientes una ayuda financiera para no dejar de pagar las tarjetas. Ofrecen financiar el total de los consumos de las tarjetas que todavía no vencieron. Aunque la oferta varía en función el banco y de las personas, lo que hacen es ofrecer distintos planes para bajar la cuota de la tarjeta. Así, la entidad financiera se hace cargo de la deuda para evitar que quede impaga o que crezca por demás a partir del pago mínimo en donde el interés trepa a índices imposibles.
Actualmente, las tasas punitorias con CFTEA (Costo Financiero Total Efectivo Anual) superan el 100% en muchas entidades. Esto significa que los intereses acumulados generan rápidamente un volumen de deuda insostenible y difícil de refinanciar, lo que exacerba el círculo vicioso del endeudamiento. La práctica, sin embargo, no es nueva. El economista de la consultora Evaluecon, José Vargas, explicó que esta opción la tienen los bancos desde hace mucho tiempo y que se denomina “purificación de deudas”.
Debido al incremento de la mora y del endeudamiento de las familias, las entidades bancarias han incrementado la publicidad de estos planes. “Se trata de una estrategia a sabiendas del nivel de alto endeudamiento que hay en los hogares”, señaló Vargas. De este modo, el banco no solo “se hace cargo” de la deuda con la tarjeta de crédito sino también de otras que pueda tener la persona. Préstamos personales o financiación en casas de electrodomésticos o de deportes entran en la posibilidad de refinanciar lo que se debe.
Mientras el banco gana porque se queda con los intereses de todas las deudas de la persona, el cliente puede elegir planes con cuotas acordes a sus posibilidades actuales. Aunque las tasas sean altas –y en especial ahora que han crecido- las familias pueden ampliar el tiempo de pago y disminuir el pago mensual para no tener otro problema más cada mes. De hecho, el banco salda la deuda de los saldos vencidos y por vencer y se reemplaza así las cuotas.
Una alternativa ofrecida por algunas entidades es la posibilidad de financiar el total de los consumos de las tarjetas que aún no vencieron, buscando ofrecer una tasa más accesible que la punitoria. Otras estrategias cruciales incluyen:
- Consolidación de deudas: Buscar un crédito personal con una tasa de interés significativamente menor para saldar todas las deudas de alto costo.
- Negociación: Acercarse a las entidades financieras para intentar negociar planes de pago más flexibles o quitas parciales.
- Presupuesto estricto: Recortar gastos no esenciales y destinar todo ingreso extra a reducir el capital adeudado.