Las claves de la competitividad, según el CEM

La competitividad es mucho más que el valor del dólar y la cantidad de impuestos. El Consejo Empresario Mendocino (CEM) detalló lo que se necesita para esta nueva etapa de crecimiento.

“Competitividad” es una de las palabras que más repiten los empresarios cuando hablan de su negocio tanto presente como futuro. Se trata de un término que tiene aristas diversas y que se ha convertido en un punto clave en el momento de pensar el desarrollo privado con impacto en la economía en general. En este marco, el último informe realizado por el Consejo Empresario Mendocino (CEM) repasó las condiciones que implican la competitividad en las empresas y en la economía. Palabra que va de la mano de la productividad y, eventualmente, del crecimiento. En un análisis profundo de la economía argentina así como de las variables claves que la frenan y que podrían impulsarla, el análisis con fecha de junio de 2024 comienza con un breve repaso del estado de situación.

En pocas líneas, caracteriza la última década de la economía nacional como “estancada” ya que no crece de manera sostenida desde hace 12 años. “Argentina produjo solo 0,5% más que en 2011 (Mendoza un 1,8%) por lo que se registran cinco años de expansión y siete de contracción del PIB”, puntualizó el análisis.  Así, mientras Argentina no creció entre 2011 y 2023, el mundo y América Latina lo hicieron 45% y 17%, respectivamente; marcó el informe. En este combo, el empleo asalariado prácticamente no tuvo un crecimiento orgánico y en 12 años creció apenas 4,2%.

Del otro lado y como era de prever, la cantidad de empresas también disminuyó y en 2022, Argentina tenía 13,5 compañías cada 1.000 habitantes, la misma cantidad que en 2004 y un 13% menos que en 2012. El estudio del CEM destacó un relevamiento de la Fundación Observatorio Pyme que muestra que mientras las empresas del primer mundo tienen entre 80 y 100 empresas cada 1.000 habitantes, en Chile y Uruguay se registran entre 50 y 67 cada la misma proporción. En línea con la perspectiva nacional, Mendoza posee unas 13,2 empresas cada mil habitantes. El informe también realiza un repaso por el alto peso del Estado en la economía nacional, la inflación que siempre atenta contra las perspectivas y la posibilidad de crecer así como las restrictivas posibilidades de inversión y ahorro.

El estudio del CEM, además, pone negro sobre blanco en los números de las exportaciones en la última década. “En una economía que no crece, sus ciudadanos se empobrecen”, dictaminó el análisis y recordó que Argentina registra un nivel de pobreza estructural con un piso de 25% en los últimos 30 años. Según el Indec, a fines de 2023 el 41,7% de los argentinos y el 47% de los mendocinos eran pobres. Aunque el informe no lo menciona de manera explícita, lo cierto es que la mayoría de los economistas espera que esta cifra crezca dada la recesión actual.

La apuesta por la productividad

Luego de la aprobación de la Ley Bases y de cara al futuro del país, desde el CEM siempre han bregado por la inversión privada como motor principal de la economía. En este marco, apuntó que la competitividad debería ser un objetivo y una política de
Estado en Argentina ya que el país todavía tiene mucho para mejorar en este tema.  “A nivel mundial se ubica de la mitad de la tabla para abajo y en Latinoamérica es la menos competitiva de las economías más grandes de la región, detrás de Chile, México, Colombia y Brasil”, precisó el informe del CEM. ¿Qué significa ser competitivo? Básicamente, crear condiciones que permitan a las empresas y emprendedores acceder a más mercados para colocar su producción en el país y en el mundo y generar así un círculo virtuoso de prosperidad.

En este marco, la competitividad va de la mano de la productividad en donde Argentina se encuentra estancada desde 1950, según los datos de Araujo y Coremberg (2023). La mayor productividad por hora trabajada es un indicador que se calcula considerando el producto generado y la cantidad de horas invertidas. De este modo, una mayor productividad permite aumentar la retribución a los factores sin incrementar el precio del bien final. “Esta relación positiva se traduce en la mejora del ingreso por habitante y reducción de la pobreza”, destacó el CEM. Agregó que una empresa es competitiva cuando tiene la capacidad de crear e implementar estrategias competitivas para mantener o aumentar su oferta en el mercado de manera sostenible.

En tanto, la competitividad a nivel país/región es el conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de productividad de un país. Así es la capacidad de generar mayores tasas de crecimiento y empleo de manera sostenible, lo que implica manejar sus recursos, competencias y calidad de vida de sus ciudadanos. Para aumentar la competitividad es importante  que el Estado implemente políticas públicas que fomenten un entorno de negocios propicio, que permita al sector privado liberar sus fuerzas productivas y su creatividad para generar riqueza.

Cómo ser más competitivos

El trabajo del CEM puntea y repasa distintas aristas que deberían tenerse en cuenta para crecer. Entre ellos se destaca la sana convivencia entre el sector privado y el público en el que el primero genera riqueza y el segundo establece reglas de juego razonables y estables. En segunda instancia una macroeconomía estable es clave con objetivos básicos como que la actividad económica crezca sostenidamente; que haya estabilidad de precios para dar previsibilidad a las decisiones y que la economía cree empleo de calidad en cantidades suficientes.

En este contexto hay claves para la competitividad que debe encarar y sostener el Estado, cualquiera sea el Gobierno. Entre otros, se pueden mencionar: un Estado austero y eficiente, impuestos razonables, eficientes, simples y transparentes, un mercado laboral moderno que genere empleo forma, de calidad y con menos costos laborales no salariales. Además: desregular y simplificar el vínculo entre el Estado y el sector privado, promocionar inversiones y exportaciones y hacer foco en educación e innovación. Cada apartado se encuentra desarrollado, explicado y con datos pertinentes.

Hacia el final del informe, el CEM también propone iniciativas para la mejora de la competitividad provincial más allá de que muchas medidas locales dependan de la macro nacional. En este contexto, se destacó que es posible identificar algunos logros, proyectos en proceso y nuevas iniciativas para mejorar la competitividad a nivel local, objetivo para el cual los sectores privado y público deben trabajar con una agenda común. Para Mendoza proponen un Estado austero y eficiente así como la continuación de las políticas actuales de superávit fiscal. Línea que también deberían tomar los municipios con el fin de mejorar los estándares y la competitividad general. Por último, el CEM sugirió la simplificación de trámites y eliminación de la burocracia, la apuesta en la mejora de la educación y la mejora en la integración con clústeres productivos específicos.

Las claves de la competitividad, según el CEM

La competitividad es mucho más que el valor del dólar y la cantidad de impuestos. Las recomendaciones del Consejo Empresario Mendocino.

“Competitividad” es una de las palabras que más repiten los empresarios cuando hablan de su negocio tanto presente como futuro. Se trata de un término que tiene aristas diversas y que se ha convertido en un punto clave en el momento de pensar el desarrollo privado con impacto en la economía en general. En este marco, el último informe realizado por el Consejo Empresario Mendocino (CEM) repasó las condiciones que implican la competitividad en las empresas y en la economía. Palabra que va de la mano de la productividad y, eventualmente, del crecimiento. En un análisis profundo de la economía argentina así como de las variables claves que la frenan y que podrían impulsarla.

En pocas líneas, caracteriza la última década de la economía nacional como “estancada” ya que no crece de manera sostenida desde hace 12 años. “Argentina produjo solo 0,5% más que en 2011 (Mendoza un 1,8%) por lo que se registran cinco años de expansión y siete de contracción del PIB”, puntualizó el análisis.  Así, mientras Argentina no creció entre 2011 y 2023, el mundo y América Latina lo hicieron 45% y 17%, respectivamente; marcó el informe. En este combo, el empleo asalariado prácticamente no tuvo un crecimiento orgánico y en 12 años creció apenas 4,2%.

La apuesta por la productividad

Luego de la aprobación de la Ley Bases, hay que realizar cambios de raíz.

Luego de la aprobación de la Ley Bases y de cara al futuro del país, desde el CEM siempre han bregado por la inversión privada como motor principal de la economía. En este marco, apuntó que la competitividad debería ser un objetivo y una política de Estado en Argentina ya que el país todavía tiene mucho para mejorar en este tema.  “A nivel mundial se ubica de la mitad de la tabla para abajo y en Latinoamérica es la menos competitiva de las economías más grandes de la región, detrás de Chile, México, Colombia y Brasil”, precisó el informe del CEM. ¿Qué significa ser competitivo? Básicamente, crear condiciones que permitan a las empresas y emprendedores acceder a más mercados para colocar su producción en el país y en el mundo y generar así un círculo virtuoso de prosperidad.

En este marco, la competitividad va de la mano de la productividad en donde Argentina se encuentra estancada desde 1950. La mayor productividad por hora trabajada es un indicador que se calcula considerando el producto generado y la cantidad de horas invertidas. De este modo, una mayor productividad permite aumentar la retribución a los factores sin incrementar el precio del bien final. “Esta relación positiva se traduce en la mejora del ingreso por habitante y reducción de la pobreza”, destacó el CEM.   

Cómo ser más competitivos

Cuáles son las claves para el crecimiento según el CEM.

El trabajo del CEM puntea y repasa distintas aristas que deberían tenerse en cuenta para crecer. Entre ellos se destaca la sana convivencia entre el sector privado y el público en el que el primero genera riqueza y el segundo establece reglas de juego razonables y estables. En segunda instancia una macroeconomía estable es clave con objetivos básicos como que la actividad económica crezca sostenidamente; que haya estabilidad de precios para dar previsibilidad a las decisiones y que la economía cree empleo de calidad en cantidades suficientes.

Hacia el final del informe, el CEM también propone iniciativas para la mejora de la competitividad provincial más allá de que muchas medidas locales dependan de la macro nacional. En este contexto, se destacó que es posible identificar algunos logros, proyectos en proceso y nuevas iniciativas para mejorar la competitividad a nivel local, objetivo para el cual los sectores privado y público deben trabajar con una agenda común. Para Mendoza proponen un Estado austero y eficiente así como la continuación de las políticas actuales de superávit fiscal. Línea que también deberían tomar los municipios y que deben sumarse a la apuesta en la mejora de la educación y la mejora en la integración con clústeres productivos específicos.