Los salarios duplicaron la inflación de mayo, pero siguen 60 puntos por debajo en la comparación interanual

Los datos del Indec muestran también que hay importantes diferencias en la evolución de los sueldos del sector privado registrado y los de los trabajadores informales.

El Gobierno nacional celebró que, en mayo, la evolución de los salarios casi duplicó a la inflación en el mismo mes. Los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) muestran que los sueldos de los argentinos aumentaron un 8,3% en el quinto mes del año, mientras que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) había alcanzado el 4,2% de suba.

Esto podría entenderse como un buen indicio de recuperación del poder adquisitivo y, de hecho, en el acumulado de los primeros cinco meses del año, los salarios registran una suba del 73,6%, cuando la inflación ha tenido un incremento del 71,9%.

Sin embargo, si la comparación se extiende a los últimos 12 meses se comprende cuánto camino queda todavía por recorrer. Es que los sueldos subieron un 216% entre mayo de 2023 y el mismo mes de 2024, pero el IPC acumuló una variación de 276,4% en idéntico período, lo que marca una pérdida de nada menos que 60 puntos porcentuales.

Por otra parte, también hay marcadas asimetrías en los sectores. El privado no registrado ha tenido una evolución acumulada en lo que va de 2024 (hasta mayo) del 81,5%, mientras que la interanual alcanza el 246%, lo que deja una pérdida en el último año de 30 puntos. El sector público tuvo una variación de 66,7% en los primeros cinco meses del año y de 192,5% interanual. En tanto, los salarios del privado no registrado o informal han aumentado 55,5% en el año y 155,2% en los últimos 12 meses; es decir, tuvo una erosión del poder de compra de más de 120 puntos porcentuales.

José Vargas, director de la consultora Evaluecon, indicó que, si bien el Gobierno dice que en los últimos dos meses los salarios le ganaron a la inflación, se debe tener en cuenta dos cosas. Primero, que la suba de precios está teniendo una evolución decreciente. Y segundo, que la canasta básica ya está cerca del millón de pesos.

Los datos de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de la provincia (DEIE) señalan que, en junio, una familia compuesta por cuatro integrantes -un varón de 35 años, una mujer de 31, una niña de 8 y un niño de 6- necesitó $794.083 para cubrir sus necesidades básicas. Esto, cuando el salario promedio, que incluye el sector público, el privado formal y el no registrado, alcanzó los $540 mil en junio en Mendoza, de acuerdo con el cálculo de Evaluecon.

Por otra parte, Vargas resaltó que, más allá de que en uno o dos meses los salarios estén un poco por encima de la evolución de la inflación, no logran revertir la pérdida del poder adquisitivo de los últimos años, que ha llevado a que los ingresos estén bastante retrasados.

Asimismo, advirtió que la caída de la actividad económica aún no encuentra el piso en muchos sectores y que, cuando comiencen a recuperarse, es de esperar que ese repunte se traslade a los salarios. Consideró que es probable que esto suceda en el último trimestre del año, con lo que la mejora del poder de compra se vería a partir de 2025. Pero subrayó que todo depende de lo que suceda con la actividad, que está bastante deteriorada y los ingresos van de la mano de esa variable.

Nicolás Aroma, director del Centro de Economía y Finanzas Mendoza (Cefim), planteó que, si bien es cierto que los datos oficiales muestran que, en mayo, los salarios lograron recuperar terreno frente a la inflación, cuando se analizan los sectores, hay mucha dispersión. Así, los sueldos del sector privado registrado se acomodaron un poco mejor que los públicos, que tuvieron un ritmo de crecimiento mucho menor, vinculado con el ajuste del gasto del Estado, tanto nacional como en las provincias.

Pero existe una brecha de casi 100% entre los sueldos de esos dos sectores y el de los trabajadores informales. El economista subrayó que esto es grave, porque con el aumento del desempleo y la informalidad, hay un número mayor de personas que están teniendo estos niveles de actualización en sus ingresos.

Por otra parte, destacó que en ningún caso han logrado recuperar el poder de compra que tenían en noviembre de 2023 y, cuando la comparación se extiende al último año, aún es mayor la pérdida frente a la inflación.

Aroma indicó que, además, hay que ver qué sucede en un futuro, porque el Gobierno nacional apuesta a que la evolución del IPC siga en baja y ha enfocado sus esfuerzos en eso, pero cuando los salarios comiencen a recuperarse, podría empezar a acelerarse la inflación.

En este sentido, resaltó que lo que quiso decir el ministro de Economía, Luis Caputo, cuando se refirió a que los argentinos van a tener que vender dólares para pagar los impuestos es que, para mantener ciertas variables en calma, se debe sostener la recesión. Sumó que no cree que el programa económico esté preparado para que los salarios evolucionen por encima de la inflación, porque esto genera una dinámica de actividad y de consumo que empieza a presionar sobre el dólar, las importaciones, las reservas, etc.  

Por eso, señaló que no cree que esté en los planes del Gobierno que los ingresos se recuperen tan rápido y esto significa que no habría una evolución tan marcada, al menos en lo que queda de 2024.

Los salarios duplicaron la inflación de mayo, pero siguen 60 puntos por debajo en la comparación interanual

Los datos del Indec muestran también que hay importantes diferencias en la evolución de los sueldos del sector privado registrado y los de los trabajadores informales.

El Gobierno nacional celebró que, en mayo, la evolución de los salarios casi duplicó a la inflación en el mismo mes. Los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) muestran que los sueldos de los argentinos aumentaron un 8,3% en el quinto mes del año, mientras que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) había alcanzado el 4,2% de suba.

Esto podría entenderse como un buen indicio de recuperación del poder adquisitivo y, de hecho, en el acumulado de los primeros cinco meses del año, los salarios registran una suba del 73,6%, cuando la inflación ha tenido un incremento del 71,9%.

Sin embargo, si la comparación se extiende a los últimos 12 meses se comprende cuánto camino queda todavía por recorrer. Es que los sueldos subieron un 216% entre mayo de 2023 y el mismo mes de 2024, pero el IPC acumuló una variación de 276,4% en idéntico período, lo que marca una pérdida de nada menos que 60 puntos porcentuales.

Por otra parte, también hay marcadas asimetrías en los sectores. El privado no registrado ha tenido una evolución acumulada en lo que va de 2024 (hasta mayo) del 81,5%, mientras que la interanual alcanza el 246%, lo que deja una pérdida en el último año de 30 puntos. El sector público tuvo una variación de 66,7% en los primeros cinco meses del año y de 192,5% interanual. En tanto, los salarios del privado no registrado o informal han aumentado 55,5% en el año y 155,2% en los últimos 12 meses; es decir, tuvo una erosión del poder de compra de más de 120 puntos porcentuales.

Cuál es el salario promedio en Mendoza y cómo está con respecto a la Canasta Básica

José Vargas, director de la consultora Evaluecon, indicó que, si bien el Gobierno resalta que en mayo la suba de los salarios casi duplicó la inflación, están lejos del valor de la CBT.

Los datos de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de la provincia (DEIE) señalan que, en junio, una familia compuesta por cuatro integrantes -un varón de 35 años, una mujer de 31, una niña de 8 y un niño de 6- necesitó $794.083 para cubrir sus necesidades básicas (Canasta Básica Total). Esto, cuando el salario promedio, que incluye el sector público, el privado formal y el no registrado, alcanzó los $540 mil en junio en Mendoza, de acuerdo con el cálculo de Evaluecon.

Vargas resaltó que, más allá de que en uno o dos meses los salarios estén un poco por encima de la evolución de la inflación, no logran revertir la pérdida del poder adquisitivo de los últimos años, que ha llevado a que los ingresos estén bastante retrasados.

Asimismo, advirtió que la caída de la actividad económica aún no encuentra el piso en muchos sectores y que, cuando comiencen a recuperarse, es de esperar que ese repunte se traslade a los salarios. Consideró que es probable que esto suceda en el último trimestre del año, con lo que la mejora del poder de compra se vería a partir de 2025. Pero subrayó que todo depende de lo que suceda con la actividad, que está bastante deteriorada y los ingresos van de la mano de esa variable.

Si los sueldos siguen aumentando, podrían acelerar la inflación

Nicolás Aroma, director del Centro de Economía y Finanzas Mendoza (Cefim), planteó que es poco probable que el Gobierno apunte a una mayor recuperación, porque busca sostener la recesión.

El economista indicó que, si bien es cierto que los datos oficiales muestran que, en mayo, los salarios lograron recuperar terreno frente a la inflación, no han logrado recuperar el poder de compra que tenían en noviembre de 2023. Pero, además, señaló que hay que ver qué sucede en un futuro, porque el Gobierno nacional apuesta a que la evolución del IPC siga en baja y ha enfocado sus esfuerzos en eso, pero cuando los salarios comiencen a recuperarse, podría empezar a acelerarse la inflación.

En este sentido, resaltó que lo que quiso decir el ministro de Economía, Luis Caputo, cuando se refirió a que los argentinos van a tener que vender dólares para pagar los impuestos es que, para mantener ciertas variables en calma, se debe sostener la recesión. Sumó que no cree que el programa económico esté preparado para que los salarios evolucionen por encima de la inflación, porque esto genera una dinámica de actividad y de consumo que empieza a presionar sobre el dólar, las importaciones, las reservas, etc. 

Por eso, señaló que no cree que esté en los planes del Gobierno que los ingresos se recuperen tan rápido y esto significa que no habría una evolución tan marcada, al menos en lo que queda de 2024.