Matías Díaz Telli: “Este año viene con rebote y ya lo vemos”

El presidente de la Unión Industrial de Mendoza (UIM) destacó que aunque falta tiempo, el 2025 viene con buenas expectativas. Su mirada sobre las inversiones y el reciente conflicto por la minería en Uspallata.

El presidente de la Unión Industrial de Mendoza (UIM), Matías Díaz Telli, dialogó con Actividad Económica sobre las expectativas para este año. También mencionó las inversiones que serán clave en la provincia y el rol crucial del Gobierno para garantizar la institucionalidad y la consiguiente llegada de capitales. La apuesta por la Ley Pyme y los fondos de Portezuelo para mejorar la situación de la economía general y provincial.

_¿Cómo ve el panorama local con relación a las inversiones en 2025?

_El proyecto minero San Jorge podría empezar a fines de este año, pero posee una inversión inicial que va a generar un movimiento importante en Mendoza. Por otra parte, ya se ve la inversión del parque solar El Quemado que tiene un efecto en la economía que va a ser cada vez más significativo en la medida en que la inversión empiece a bajar. A estas dos propuestas se les aplicaría el RIGI tanto por materia como por volumen y, en este contexto, es importante el impulso provincial. Es decir, que la Legislatura y el Ejecutivo de Mendoza les den previsibilidad a los inversores.

_¿Cómo lo pueden hacer?

_El hecho de que Mendoza haya adherido al RIGI no solo da encuadre legal sino que también ofrece un marco institucional y político. De cuál es la visión que prima con el fin de que la provincia dé un mensaje claro ya que este tipo de inversiones apuntala la economía real. Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que el parque solar no solo es la inversión inicial y el impacto en los sectores que intervienen sino que es una obra que queda al tiempo que fortalece la capacidad energética de la provincia. Así no se trata solo de cuántos empleos da en el momento de la construcción (lo que es importante) sino también de que Mendoza va a tener  una mayor cantidad de megas inyectados en la red. Además, va a mejorar el suministro eléctrico y abaratar costos con energía limpia, que no es menor. No es lo mismo invertir en una obra que queda y refuerza la matriz productiva que en una que, por más que pueda emplear mucha gente, no tenga un valor agregado durante varias décadas.

_¿La energía es una dificultad hoy para las grandes inversiones?

_Lo importante es superar los distintos cuellos de botella. El parque será importante y, por otra parte, son proyectos que van de la mano de las licitaciones para obras eléctricas y de distribución que se anunciaron con los fondos del resarcimiento.

_¿Cuál debería ser el rol del Gobierno mendocino para atraer nuevas  inversiones?

_La provincia siempre puede sumar… La semana pasada hubo disturbios en la inauguración de la Cámara de Proveedores Mineros de Uspallata y eso tiene el valor de prueba de fuego. Porque se puede estar a favor o en contra, pero será clave el marco institucional que se le otorgue al debate. El inversor mira lo que sucede con otros ojos y si la provincia se quiere poner en el mapa mundial de la minería debe garantizar medios legítimos para manifestarse y que no haya violencia. Es una certeza que debe estar para las empresas, pero también para la ciudadanía. Que tenga tranquilidad de que se aplican los controles y los mejores protocolos de seguridad.

Yo eso lo doy por descontado porque las empresas importantes que juegan en la minería no se preocupan por la multa que deben pagar por un problema ambiental. Saben que esa situación implica un gran desprestigio y perder a futuro negocios importantes por lo que son muy estrictos con sus metodologías. Por eso, confío en que las compañías trabajan con los estándares más altos y en este sentido creo que siempre hay que jugar con jugadores de prestigio mundial. La provincia tiene un camino que recorrer para responder a estas situaciones con institucionalidad.

_Los empresarios son críticos con relación a la carga impositiva, ¿cuál es su mirada al respecto?

_Hay una suerte de máxima que dice que si sos empresario no hay que dejar pasar la oportunidad de quejarse por la brutal carga tributaria que hay en la Argentina. El ejemplo que solemos poner para mostrar esto es que una camioneta fabricada en el país es mucho más barata en Chile que aquí debido a los recargos que estos impuestos implican. Sin embargo, el denunciar la cantidad de impuestos no es un capricho ya que no solo se reduce a los impuestos que hay que pagar sino a la cantidad de tributos que hay escondidos o duplicados.

Además, si uno quiere estar al día y cumplir con el fisco, en muchos casos es engorroso ya que o el boleto no llegó o se perdió en el camino o hay que ir presencial o rehacer el boleto si se pasaron dos días del vencimiento. Un ejemplo es la recategorización del monotributo: aunque la AFIP sabe todo lo que facturaste porque lo hacés de manera electrónica, te pone una fecha para que te recategorices. Y también tenés que perder tiempo de manera manual si querés las devoluciones de Ganancias y así por trámites que deberían ser automáticos. O sea, la queja no es solo por la cantidad de impuestos sino por la burocracia que hace todo sea lento, engorroso y, por tanto, más costoso.

_¿Cómo ve el crédito que ha mejorado, pero no termina de arrancar como es el caso del sector hipotecario?

_Quizá es mejor que venga lento, pero con paso prudente y sostenido. Hasta hace un año el Estado se quedaba con toda la liquidez que había y competía contra el inversor para llevarse la plata. Lo primero que te va a dar un acceso al crédito es que el Estado deje de competir con los privados por la plata.  Ahora los bancos te empiezan a llamar y te ofrecen crédito, las tasas de interés han ido bajando sistemáticamente en beneficio de los privados para comprar capital y hasta mercadería. Quizá es mejor que haya un crecimiento sostenido y sólido, que te den un préstamo si sos solvente y tenés un proyecto sólido porque eso moviliza la economía y se logra con estabilidad.

_Las cosas marchan bien, pero las inversiones no llegan… ¿qué falta o cuál es el riesgo?

_Creo que falta tiempo. La economía no se arregla en 12 meses y ayuda que la decisión y la visión sean acertadas. Cuando (el exministro de Economía, Sergio) Massa daba un dólar diferencial para el vino por cuatro meses, no servía de nada. Porque en ese tiempo el bodeguero no podía hacer la venta, enviar el vino y liquidarla ya que es un trabajo de largo plazo. Acá estamos sobre una economía muy frágil y con muchos miedos de la historia reciente y no tan reciente. Creo que falta afianzar los procesos políticos, que los pequeños cambios se asienten.

_¿Qué expectativas tiene el sector industrial para este año?

_Este año viene con rebote y ya lo venimos viendo. Además, en Mendoza contamos con los fondos de Portezuelo que funcionan como anticíclico. En general hay sectores que no cayeron, otros que se tienen que acomodar a la nueva economía y otros que se recuperaron rápido. Para nosotros una clave de esta mejora tiene que ver con la ley pyme o el mini RIGI. Creemos que es importante que se avance la Ley de Incentivo de Inversiones y ya tiene estado legislativo.  Se trata de un proyecto que tiene dos grandes capítulos: uno de incentivo a la generación de empleo y otro de fomento a las inversiones. No tiene que ver con un subsidio sino con garantizar condiciones para las empresas que hacen el esfuerzo de invertir.