Por qué los mendocinos eligen Brasil y Chile para sus vacaciones 2025
Desde agencias locales aseguran que ha crecido el interés por viajar al exterior, por un tipo de cambio favorable y la posibilidad de combinar viaje con compras.
La devaluación del real y un tipo de cambio más accesible en Argentina, con la baja del blue, han hecho que muchos mendocinos prefieran irse a Brasil, en lugar de pasar unos días en la costa atlántica, para estas vacaciones. Desde las agencias resaltaron que el valor completo -pasajes, alojamiento, comida- es muy similar, pero que algunos viajeros están pensando, además de distenderse, en comprar ropa.
Emilio Babillón, de Brastur Turismo, resalta que, como el nombre de la agencia lo indica, su trabajo se enfoca en los viajes a Brasil y que muchos mendocinos están averiguando para viajar a ese destino. Si bien sabe que también va a haber demanda para viajar a Chile, por la cercanía, quienes cruzan la cordillera para vacacionar lo hacen, en general, en el vehículo propio y alquilan un departamento o casa.
Añadió que hay muchos colegas que suelen trabajar con paquetes para la costa atlántica y están preocupados porque las reservas vienen muy lentas y no termina de arrancar la temporada. Al punto de que varios están intentando armar grupos para viajar a Brasil.
Es que, cuando se sacan las cuentas, resalta, la diferencia es bastante estrecha, teniendo en cuenta que la mayoría de las opciones para el vecino país suelen incluir media pensión. Y, además, se debe poner en la balanza los paisajes, el clima, la “onda” de los brasileños y la posibilidad de comprar ropa a buenos precios.
“En comparación con la temporada pasada, a esta época del año, hemos tenido un incremento del 150% en la demanda”, asegura Babillón. Sumó que, en las vacaciones 2023-2024 enviaron siete colectivos a Brasil y, en lo que va de la 2024-2025 ya han alcanzado los 18 y siguen recibiendo consultas.

En cuanto a la propuesta, detalló que el fuerte de la agencia es la excursión tropical: un viaje terrestre, con una noche en Paraná a la ida, siete en Camboriú, en un hotel cuatro estrellas, y una más en Iguazú a la vuelta. Todo, con media pensión y excursiones, por un precio que ronda los US$ 1.000 (pero puede variar de US$ 900 a US$ 1.100 según la fecha). Para febrero, precisó, el monto baja un poco y en marzo cae a los US$ 800 en promedio.
El empresario turístico indicó que están vendiendo paquetes para enero, febrero y marzo, que incluyen desayuno y cena. Sólo hay que pagar la bebida, que puede costar unos 7 reales o, con el peor tipo de cambio, $1.500. En tanto que el ticket en un restaurante frente al mar, tenedor libre, donde se puede comer mariscos, asciende a $9.000 o $10.000 por persona, lo que resulta muy conveniente. En comparación, una cena en Buenos Aires -pizza o milanesa con papas fritas-, para un grupo de 200 pasajeros, no baja de los $13.000 o $14.000 por persona.
Si bien celebra que tienen lista de espera y que, cuando lanzan un nuevo paquete, se vende en medio día, le preocupa que la balanza de turismo será muy negativa, porque muchos argentinos van a salir al exterior. Además, los brasileros que están viniendo se van “horrorizados” por los precios. Babillón resaltó que son los que llegan por recomendación de quienes viajaron el año pasado, por lo que ahora regresarán a su país a decir que todo estaba muy caro en Argentina y el efecto se notará en los próximos meses.
Florencia Rodríguez, de Be Fun Travel, una agencia de viajes que está enfocada principalmente en vender viajes internacionales, coincidió en que la “estrella del momento” es Brasil. “Estamos vendiendo mucho a Río de Janeiro, Búzios, también el norte de Brasil como Natal, Porto de Galinhas. ¿Por qué? Porque obviamente el real se ha devaluado y conviene viajar hacia allá”, comentó.
También venden a la costa argentina, pero en menor medida, y el Caribe siempre es un destino elegido, con República Dominicana y la Riviera Maya entre las principales preferencias. Explicó que, si bien los mendocinos están yendo a Chile, suelen ser viajes cortos e, incluso, de un fin de semana. En estos casos, aclaró, las agencias no intervienen, a menos que sean los tours de compras, que ellos no están ofreciendo en el momento, o alguna estadía puntual en un hotel.
Viajar a Brasil esta temporada, detalló, puede rondar los US$ 800 a US$ 900, dependiendo del destino. Y si se reserva con antelación, los montos bajan. Por ejemplo, viajar a Búzios en mayo o junio está un poco por encima de los US$ 700. Para un paquete al Caribe se debe pensar en un monto aproximado de US$ 1.800, con valores un poco superiores para enero y febrero, y algo más baratos en marzo. De todos modos, Rodríguez resaltó que es muy conveniente ir a esos destinos en abril, mayo o junio, cuando empieza a bajar la temporada y los precios.
Explicó que las tarifas y promociones para los viajes nacionales, por ejemplo, a la costa atlántica, se suelen conocer a partir de octubre, por lo que las ventas se realizan en ese mes, noviembre y diciembre. Esto se debe a que los proveedores locales esperan a último momento, para poder calcular mejor el impacto de la inflación en los costos.
Y si bien también hay pasajeros que se deciden sobre la fecha en el caso de los viajes internacionales, lo más común es que se trabaje con más tiempo, porque de esa manera el viajero se asegura una mejor tarifa de vuelo y de hotel. De ahí que ahora están tomando muchas reservas para abril, mayo y junio de 2025.
En una de las más reconocidas plataformas de alquiler de alojamiento a particulares muestra que la noche de alojamiento en Mar del Plata, para cuatro personas (dos adultos y dos niños), en la segunda quincena de enero oscila entre los US$ 38 (un departamento de una habitación con dos camas grandes, una escondida en el estar) y los US$ 299 (otro de dos dormitorios, con vistas al mar).
En Viña del Mar, los valores por noche van de los US$ 31 (un departamento de una habitación con cama marinera) y los US$ 103 por noche (por uno de dos dormitorios, dos baños y vistas al mar). Sin embargo, se debe aclarar que, en este destino, la mayoría de las opciones están por debajo de los US$ 100 por noche, con una gran variedad entre los US$ 40 y los US$ 70.
Y en Río de Janeiro, para quienes decidan hacer el viaje por su cuenta, se puede alquilar desde una casa de US$ 36 por noche (con un dormitorio que tiene una cama grande y dos pequeñas) hasta un departamento de dos departamentos, dos baños completos, balcón y piscina en el complejo, por US$ 173.