Qué ha pasado con los trabajadores de YPF por la venta de yacimientos

Desde el sector petrolero advierten que se han perdido fuentes de trabajo en las empresas que le prestaban servicios a la petrolera estatal. 

El sector petrolero en Mendoza está atravesando una coyuntura compleja. Por un lado, porque la toma de posesión por parte de los nuevos concesionarios de las áreas maduras de YPF ha tenido su demora, pero también porque las empresas llegan con un esquema diferente de operación, que tiene su impacto en la demanda de proveedores y en el empleo. 

Si bien la cesión de cada uno de los tres clústeres de áreas maduras que fueron incluidos en el Plan Andes -de venta por parte de YPF-, ha sido anunciada hace meses por el Gobierno provincial, lo cierto es que el ingreso efectivo de las nuevas compañías tomó un tiempo adicional, por los requisitos que debían cumplimentarse. 

Así, la empresa Petróleos Sudamericanos, concesionaria del clúster Mendoza Norte -que incluye las áreas Barrancas Río Tunuyán, Ceferino, Mesa Verde, La Ventana y Vizcacheras- recién hace dos meses que comenzó a operar en el sitio. Mientras que se espera que por estos días comience a hacerlo la UTE TSB-Quintana, adjudicataria del clúster Mendoza Sur, que toma las áreas El Portón, Chihuido de la Salina, Altiplanicie del Payún, Cañadón Amarillo, Chihuido de la Salina Sur y Confluencia Sur.

Pero, por otra parte, las compañías llegan a hacerse cargo de la explotación de pozos maduros, que la petrolera estatal abandonó porque no le resultaba rentable. Si bien las nuevas tienen estructuras más acotadas, también pueden ganar rentabilidad con la incorporación de tecnología y un esquema diferente, en el que no tercerizan tantas operaciones como hacía YPF, lo que tiene consecuencias en la demanda tanto de proveedores como de trabajadores directos. 

Pérdida de puestos de trabajo

Fabián Vallés, secretario general del Sindicato Unidos Petroleros e Hidrocarburíferos Filial Mendoza (Supeh), señaló que, desde un primer momento, los gremios tuvieron una visión diferente a la del Gobierno provincial, que acompañó la decisión de YPF, porque entendían que iba a suceder esto. 

Añadió que el Ejecutivo esperaba que las empresas que vinieran a operar estos yacimientos tuvieran una capacidad operativa similar a la de la petrolera estatal, que iba a permitir levantar la producción de petróleo y sostener las fuentes de trabajo. En cambio, resaltó que muchas pymes mendocinas se han quedado sin la continuidad de sus contratos, porque buscan reducir los costos.

“Eso, lógicamente, se traduce en gente en la calle, sin trabajo”, planteó. Aclaró que las plantillas de trabajadores directos -que, por ser de YPF, eran afiliados a Supeh, pero ahora deben optar por alguno de los dos sindicatos de petroleros privados-, pasaron a las nuevas operadoras. Con algunas bajas, pero asociadas a jubilaciones y retiros voluntarios. De todos modos, indicó que el compromiso de continuidad del empleo es por un año. 

Sin embargo, el problema se presenta en las empresas que le prestaban servicios a YPF y, cuando se fueron venciendo los contratos, las nuevas no renovaron una buena parte, porque el requerimiento es mucho menor, pese a que también se habían comprometido a mantenerlos. “Hay que medir el impacto de cuántas pymes y cuántos empleados en estas empresas tercerizadas se han visto afectadas”, lanzó y estimó que alcanzan los 180 ex afiliados de Supeh. 

Avance sobre nuevas áreas

Un temor que atraviesa a los gremios petroleros es qué sucederá cuando YPF se siga deshaciendo de las áreas maduras y sólo se quede con las de exploración y explotación de hidrocarburos no convencionales. Vallés comentó que esto ya está aprobado por el directorio e, incluso, el presidente de la petrolera estatal, Horario Marín, anunció a los empleados que, a partir de 2026, van a dejar de tener presencia en los yacimientos convencionales.

El secretario general de Supeh Mendoza detalló que YPF conserva una pequeña porción de yacimientos convencionales operativos en la provincia -la mayoría está en Malargüe- y la producción no es tan representativa. Sumó que, además, están los operarios en la refinería de Luján de Cuyo. 

Como contraparte, resaltó que la compañía seguirá explorando en la lengua norte de Vaca Muerta, que se encuentra en el sur de Malargüe, y que a futuro debería crecer la inversión en ese sitio. Se debe recordar que la primera etapa de la exploración dio buenos resultados y se decidió avanzar en una segunda, con la perforación de un nuevo pozo. 

En cuanto a si están pensando realizar acciones gremiales cuando se anuncie la venta de nuevas áreas maduras -otros sindicatos, de hecho, ya las vienen desarrollando para asegurar ciertas condiciones del traspaso-, señaló que, con la experiencia de que la decisión de YPF es indeclinable, se enfocan en intentar asegurar la continuidad de los trabajadores, ya sea con las nuevas operadoras o en otro lugar.

Y sobre la posibilidad de que se produzca el repunte de la producción buscado por el Gobierno provincial con el cambio de empresas, Vallés planteó que, hasta el momento, no se observa una inyección fuerte de dinero para que esto ocurra. Hasta ahora, precisó, se están enfocando en la reparación de pozos, pero los equipos de perforación se mantienen en un mínimo. 

“Esperemos que, en un futuro, por el bien de los compañeros que han seguido, esto se revierta y aparezca el capital necesario para levantar la producción. Pero el contexto actual es difícil”, cerró.