Qué necesitan los feed lot para seguir creciendo en Mendoza

Este tipo de instalaciones permitiría incrementar la producción de ganado bovino en la provincia y elevar el abastecimiento local de carne.

En la provincia se produce apenas el 10,5% de carne vacuna del total que consumen los mendocinos. En las tierras de secano se crían los terneros, pero se suelen llevar a otras provincias con abundantes pasturas para la recría y el engorde, y retornan para ser faenados en los frigoríficos locales o llegan ya como piezas.

Para el sector ganadero, incrementar ese porcentaje es un desafío, que se viene dificultando por diversas circunstancias. El presidente de la Cámara de Comercio, Industrial, Agricultura y Ganadería de General Alvear, Ramiro Labay, planteó que Mendoza tiene mucho potencial para la actividad y que desde el clúster se ha fijado la visión de pasar de ese 10,5% de abastecimiento de la demanda local al 30% en 10 años.

Pero para lograrlo, se necesitan tierras con derecho a riego para sembrar pasturas, algo que resulta complejo por la sostenida crisis hídrica, además de las sequías asociadas a La Niña. La otra posibilidad reside en los feed lots, donde los animales pueden ser engordados, de manera de completar el ciclo en la provincia.

Labay analizó que la macroeconomía ha limitado el crecimiento de los feed lot, porque la exportación estuvo cerrada y había un exceso de oferta de carne en el mercado local, lo que llevó a que el novillo tuviera un precio muy bajo, al tiempo que los insumos siguieron aumentando. Esto hizo que fuera difícil que nuevos jugadores entraran al mercado y que quienes ya tenían la estructura apenas fueran compensando entre pérdidas y ganancias.

Sin embargo, estimó que, con las desregulaciones que está implementando el nuevo Gobierno nacional, y en cuanto se abran las exportaciones, se deberían dar las señales para que empiecen a recuperar los stocks y a proliferar los feed lot en la provincia. Aunque también reconoció que la pérdida de poder adquisitivo de los argentinos limita la suba de precios que necesita el sector productivo.

Este 6 de abril, se desarrollará el Día de Campo en el establecimiento Estanchite, un feed lot en General Alvear. La jornada se realiza en la previa de la Fiesta Nacional de la Ganadería de Zonas Áridas -que este año será del 8 al 12 de mayo- y permite conocer cómo es un día de trabajo en una hacienda, además de degustar comidas criollas y disfrutar de espectáculos artísticos.

La clave: adaptación

Aleandro Fiscalini, propietario de Estanchite, contó que el feed lot ha tenido ciclos: hasta agosto del año pasado se podía producir con un cierto rendimiento, pero después cayó el valor del novillo y la vaquillona, y empezó a trepar el del ternero, aunque todavía siguió siendo un negocio rentable. Pero, cuando en diciembre cayeron los precios de hacienda (aunque no así en el mostrador), la situación se complicó. Hoy, en cambio, vuelve a ser conveniente, aunque resaltó que el problema es que no saben por cuánto tiempo.

El ganadero explicó que hacen cría en Bowen, a campo, y después los alimentan con pasturas y suplementan con maíz. Este año, indicó, ha sido muy favorable por las lluvias, pero no suele ser así, por lo que generalmente compran terneros y hacen engorde o recría corta, que es lo más conveniente cuando el costo de los alimentos sube.

En 2023, detalló, pasaron por todos los estadios de la producción, del gordo para faena a las hembras, porque rendía más, y después compraron 400 madres preñadas, para terminar con recría (desde el destete hasta que se empieza a engordar). “Lo bueno es que, como tenemos armado el campo, nos podemos adaptar a cualquier ciclo, porque el esperar te funde en este rubro”, planteó Fiscalini.

El esquema, que conocerán quienes asistan al Día de Campo, incluye el feed lot y distintos cuadros con pasturas, algunos grandes y otros más pequeños y cercanos a la entrada, para los animales que van a salir rápidamente. Pero para que funcione, resalta, se depende mucho del factor humano.

El feed lot tiene capacidad para 5 mil cabezas, con posibilidad de ampliarla a 10 mil. Fiscalini sumó que van a empezar a sembrar alimento, con el agua de una represa de 11 millones de litros. De esta manera, si las condiciones son las adecuadas, espera ir escalando de las 1.500 cabezas actuales hasta llegar a las 5 mil.

“Los mendocinos consumen 50 mil novillos por año, pero en la provincia sólo se producen 5 mil. Con nuestro establecimiento se podría resolver un 10% de ese déficit. Y con 9 más como éste, se evitaría tener que traer carne de afuera, además de fortalecer la producción local y generar mano de obra”, manifestó. Pero para eso, subrayó, se necesitan condiciones estables, que permitan proyectar a largo plazo, en lugar de estar constantemente abocados a prueba y error.

Sostenerse

Marcelo Crespillo se dedica a la ganadería desde hace 15 años, también en el sur provincial y tiene un campo en el secano, donde se dedica a la cría, y después hace recría y engorde en su feed lot, que decidió incorporar después de una sequía muy importante que hubo 12 años atrás.

Coincidió en que el negocio tiene muchos altibajos y en ocasiones, como ahora, los cálculos no cierran. Precisó que hace un año que los números no dan y que debería haber cerrado, pero ha preferido cubrir las pérdidas con otras actividades (fruticultura y vitivinicultura). Es que señaló que durante varios años la carne ha estado barata y, si bien ahora ha aumentado, los costos de los insumos han subido muy por encima. “Hoy, un kilo de maíz vale mucho más que un kilo de uva criolla, cuando antes la relación era 5 a 1”, ejemplificó.

Este feed lot tiene capacidad para mil animales, pero han reducido el número de cabezas a un mínimo, para no cerrar, porque volver a abrirlo demanda una inversión importante, pero limitar las pérdidas, que llegan a unos $50 mil por animal gordo que producen, porque venden a $1.700 finales el kilo y están reponiendo un ternero a $2.300 o $2.500.

Sobre las perspectivas, Crespillo analizó que es difícil que el panorama cambie pronto, porque el consumo cayó y ese descenso no se compensaría con la apertura de las exportaciones. “Mientras no mejoren los salarios, la gente no va a poder consumir prácticamente carne y está complicado para nuestra actividad”, lanzó, aunque aclaró que esto sucede con muchos productos, incluidas verduras y hortalizas.

En la provincia, planteó, la producción ganadera tiene dificultades adicionales. Si en Córdoba pagan $130 por el kilo de maíz, en Mendoza, por el flete, el costo se eleva a $180. Además, la sequía suele ser un problema y la del año pasado provocó una importante reducción del stock de hembras -calculó que del 30% en la provincia- y casi no se dejaron terneras para futuras madres, porque “el campo no daba”. 

Si bien este año hubo buenas lluvias, “llueve agua, pero no pasto”, bromeó, y se ha reducido la cantidad de matas por m2, a lo que se suma que la nueva pastura es endeble y el animal, que enrosca la vegetación con la lengua para tirar, la arranca en lugar de cortarla. Por otra parte, advirtió que se ha pronosticado que para la primavera volvería a sentirse el efecto de La Niña. Pero, por lo pronto, opinó que este año la preñez será buena y confió en que “ya vendrán tiempo mejores”.

Qué necesitan los feed lot para seguir creciendo en Mendoza

Este tipo de instalaciones permitiría incrementar la producción de ganado bovino en la provincia y elevar el abastecimiento local de carne.

En la provincia se produce apenas el 10,5% de carne vacuna del total que consumen los mendocinos. En las tierras de secano se crían los terneros, pero se suelen llevar a otras provincias con abundantes pasturas para la recría y el engorde, y retornan para ser faenados en los frigoríficos locales o llegan ya como piezas.

Incrementar ese porcentaje es un desafío para el sector. El presidente de la Cámara de Comercio, Industrial, Agricultura y Ganadería de General Alvear, Ramiro Labay, planteó que Mendoza tiene mucho potencial para la actividad y que desde el clúster se apunta a pasar de ese 10,5% al 30% en 10 años.

Los feed lots permitirían avanzar en ese sentido, pero Labay analizó que la macroeconomía ha limitado su crecimiento, porque la exportación estuvo cerrada y había un exceso de oferta de carne en el mercado local, lo que llevó a que el novillo tuviera un precio muy bajo, al tiempo que los insumos siguieron aumentando. Sin embargo, estimó que, con las desregulaciones que está implementando el nuevo Gobierno nacional, y en cuanto se abran las exportaciones, deberían empezar a recuperarse los stocks y a proliferar los feed lot en la provincia.

Claves para sostener el negocio de los feed lot

La flexibilidad para poder pasar de un ciclo productivo a otro, según las circunstancias, permiten asegurar una cierta rentabilidad.

Aleandro Fiscalini, propietario del establecimiento Estanchite, contó que, en 2023, pasaron por todos los estadios de la producción, del gordo para faena a las hembras, porque rendían más, y después compraron 400 madres preñadas, para terminar con recría (el momento desde el destete hasta que se pasa al engorde). “Lo bueno es que, como tenemos armado el campo, nos podemos adaptar a cualquier ciclo, porque el esperar te funde en este rubro”, planteó Fiscalini.

El esquema, que conocerán quienes asistan al Día de Campo, este 6 de abril, en la previa de la Fiesta Nacional de la Ganadería de Zonas Áridas -que este año será del 8 al 12 de mayo-, incluye el feed lot y distintos cuadros con pasturas, algunos grandes y otros más pequeños y cercanos a la entrada, para los animales que van a salir rápidamente. Pero para que funcione, resalta, se depende mucho del factor humano.

Explicó que, hasta agosto del año pasado, se podía producir con un cierto rendimiento, pero después cayó el valor del novillo y la vaquillona, y empezó a trepar el del ternero, aunque todavía siguió siendo un negocio rentable. Pero, cuando en diciembre cayeron los precios de hacienda (no en el mostrador), la situación se complicó. Hoy, en cambio, vuelve a ser conveniente, aunque resaltó que el problema es que no saben por cuánto tiempo.

La sequía pone en jaque a la ganadería local

La producción mendocina de ganado vacuno se concentra en zonas áridas, por lo que la disponibilidad de alimento depende de las lluvias.

Marcelo Crespillo se dedica a la ganadería desde hace 15 años, en el sur provincial y tiene un campo en el secano, donde se dedica a la cría, y después hace recría y engorde en su feed lot, que decidió incorporar después de una sequía muy importante que hubo 12 años atrás.

En la provincia, planteó, la producción ganadera tiene dificultades adicionales. Si en Córdoba pagan $130 por el kilo de maíz, en Mendoza, por el flete, el costo se eleva a $180. Además, la sequía suele ser un problema y la del año pasado provocó una importante reducción del stock de hembras -calculó que del 30% en la provincia- y casi no se dejaron terneras para futuras madres, porque “el campo no daba”. 

Si bien este año hubo buenas lluvias, se ha reducido la cantidad de matas por m2, a lo que se suma que la nueva pastura es endeble y el animal, que enrosca la vegetación con la lengua para tirar, la arranca en lugar de cortarla. Por otra parte, advirtió que se ha pronosticado que para la primavera volvería a sentirse el efecto de La Niña. Pero, por lo pronto, opinó que este año la preñez será buena y confió en que “ya vendrán tiempo mejores”.