Qué situación están atravesando las granjas avícolas mendocinas
Los productores de huevos aseguran que el consumo se ha mantenido, porque es un alimento completo y accesible. Cuáles son las previsiones para 2024.
El huevo sigue siendo la proteína animal con un precio más accesible, lo que ha permitido que, en un contexto de caída del consumo, las ventas se hayan sostenido. El último aumento de precio que este producto tuvo en Mendoza se produjo en febrero y anticipan que en los próximos días podría haber uno nuevo. Los productores locales han decidido mantener el nivel de producción en 2024, a la espera de cómo evolucionan ciertas variables.
Luis Villach, quien produce huevos en Junín, resalta que el precio de este producto no ha subido desde el 1 de febrero, porque había un buen stock en el mercado. Pero como se fue reduciendo -él mismo sacó 20 mil gallinas, porque a cierta edad disminuye la productividad- adelantó que pronto vendrá un aumento. Recordó que, el año pasado, el valor iba subiendo un poco todos los meses, hasta que se estancó después del segundo mes de 2024.
En cuanto a los costos, mencionó que los alimentos estaban muy altos el año pasado, por la sequía, pero ahora su precio está más o menos estable. Algo similar sucedió con ciertos insumos, que se traen desde el exterior, como la metionina (un suplemento), que costaba mucho conseguir, pero ahora, con el dólar quieto, han empezado a ingresar con más normalidad.
Villach detalló que el consumo desde diciembre hasta ahora se ha mantenido, e incluso ha crecido un poco. Y lo atribuyó a que el huevo sigue siendo el alimento con proteína animal más económico. Pese a eso, asegura que este año no planea incrementar -ni reducir- su producción, sino mantenerse “quietito”.
El productor añadió que una parte de su producción, alrededor del 5%, la envía a Buenos Aires, a un exportador que le vende a Sudáfrica. Lo mismo sucede, añadió, con las gallinas que cumplen su ciclo de postura y empiezan a ser menos productivas. Si bien en Argentina no se consumen, sí se pueden exportar a otros países. Y ese fue el destino de los 20 mil animales que sacó en estos días.
De hecho, mencionó que en toda la provincia se han retirado unas 250 mil gallinas y que eso genera una reducción del stock, porque cuando se traen nuevas -él las compra cuando tienen apenas un día de nacidas y las recría-, se debe esperar a que cumplan seis meses hasta que empiezan a poner sus primeros huevos, que son chiquitos y cuesta vender. Recién dos meses después, cuando cumplieron los ocho, alcanzan una buena producción.
Armando Sileoni es otro productor del este mendocino, de Santa Rosa, y es de la tercera generación de la familia dedicada a esta actividad. Mencionó que el consumo se ha mantenido, aunque con vaivenes a lo largo del mes, porque es un alimento que no puede faltar en los hogares, ya que permite aportar más nutrientes a varias comidas. De ahí que, mientras en otros sectores de la economía algunas empresas están muy complicadas, las granjas se están manteniendo.
Detalló que se espera que esta semana se produzca un incremento en los precios, aunque todavía no se conoce el porcentaje. Y resaltó que el último se aplicó en febrero, pero después volvió a bajar un poco. Como contraparte, los costos han subido, principalmente el de los maples, que han aumentado por el ajuste de las tarifas de la energía eléctrica y el gas, como también del combustible. “Es toda una cadena”, precisó.
Sileoni explicó que una gallina consume aproximadamente 125 gramos de alimento por día, aunque la blanca come un poco menos que la colorada, y depende de la edad del animal. En cuanto a la producción, mencionó que ronda el 80%, pero que también varía según si se trata de aves jóvenes o de más edad.
Planteó que lo que necesitaría el sector es poder tener gallineros automáticos, ya que en la mayoría de las granjas de Mendoza la recolección es manual, lo que demanda mucha mano de obra y reduce la rentabilidad. En cambio, en Europa, el 90% de los establecimientos está automatizado. Estos galpones, detalló, se fabrican en China y los mejores son los alemanes, con larga trayectoria en el rubro, aunque también hay españoles. Sin embargo, con las ganancias de la venta del huevo les resulta imposible acceder a esta infraestructura a los productores locales.
Estos gallineros, añadió, los puede manejar prácticamente una sola persona, pero además permiten mantener una cierta temperatura y no sólo recolectan los huevos en forma automática, sino que también los clasifican.
El productor reconoció que, cuando se empezó a hablar de importación de alimentos, hubo un poco de temor de que esto incluyera también al huevo, que se podría traer desde Brasil, como ya sucedió hace años con el pollo. Explicó que ellos producen a valores más bajos porque tienen tecnología y las granjas son mucho más grandes que las argentinas, lo que les permite exportar y competir. De hecho, recordó que, cuando ingresaron pollos brasileros, varias empresas locales tuvieron que cerrar. Pero añadió que no ha tenido noticias de que haya entrado huevo.
En cuanto a lo que planea para 2024, mencionó que el proyecto es mantener los animales que están y la granja sin cambios, hasta que comience a estabilizarse la economía. “Desgraciadamente, la industria está sufriendo bastante los problemas económicos y no se sabe qué va a pasar mañana”, expresó el productor. Pero, al mismo tiempo, manifestó que espera que el Gobierno pueda cumplir con lo que se ha propuesto y empiece a recuperarse la capacidad de compra de la gente.
Qué situación están atravesando las granjas avícolas mendocinas
Los productores de huevos aseguran que el consumo se ha mantenido, porque es un alimento completo y accesible. ¿Se viene un nuevo aumento de precios?
El huevo sigue siendo la proteína animal con un precio más accesible, lo que ha permitido que, en un contexto de caída del consumo, las ventas se hayan sostenido. El último aumento de precio que este producto tuvo en Mendoza se produjo en febrero y anticipan que en los próximos días podría haber uno nuevo. Los productores locales han decidido mantener el nivel de producción en 2024, a la espera de cómo evolucionan ciertas variables.
Luis Villach, quien produce huevos en Junín, resalta que el precio de este producto no ha subido desde el 1 de febrero, porque había un buen stock en el mercado. Pero como se fue reduciendo -él mismo sacó 20 mil gallinas, porque a cierta edad disminuye la productividad- adelantó que pronto vendrá un aumento. El consumo, añadió, se ha mantenido, e incluso ha crecido un poco. Y lo atribuyó a que el huevo sigue siendo el alimento con proteína animal más económico. Pese a eso, asegura que este año no planea incrementar -ni reducir- su producción, sino mantenerse “quietito”.
Armando Sileoni es otro productor del este mendocino, de Santa Rosa, y mencionó que el consumo se ha mantenido -aunque con vaivenes a lo largo del mes-, porque es un alimento que no puede faltar en los hogares, ya que permite aportar más nutrientes a varias comidas. De ahí que, mientras en otros sectores de la economía algunas empresas están muy complicadas, las granjas se están manteniendo. Añadió que se espera que esta semana se produzca un incremento en los precios, aunque todavía no se conoce el porcentaje.

Qué necesitan las granjas de huevos para crecer
Armando Sileoni, quien es de la tercera generación dedicada a la producción, explica qué tecnología les permitiría ganar rentabilidad.
El productor, quien tiene su granja en Santa Rosa, planteó que lo que necesitaría el sector es poder tener gallineros automáticos, ya que en la mayoría de las granjas de Mendoza la recolección es manual, lo que demanda mucha mano de obra y reduce la rentabilidad. En cambio, en Europa, el 90% de los establecimientos está automatizado.
Estos galpones, detalló, se fabrican en China y los mejores son los alemanes, con larga trayectoria en el rubro, aunque también hay españoles. Sin embargo, con las ganancias de la venta del huevo les resulta imposible acceder a esta infraestructura a los productores locales. Sumó que los puede manejar prácticamente una sola persona, pero además permiten mantener una cierta temperatura y no sólo recolectan los huevos en forma automática, sino que también los clasifican.
Lejos de poder invertir, sostuvo que, “desgraciadamente, la industria está sufriendo bastante los problemas económicos y no se sabe qué va a pasar mañana”. Pero, al mismo tiempo, manifestó que espera que el Gobierno pueda cumplir con lo que se ha propuesto y empiece a recuperarse la capacidad de compra de la gente.