Comenzó el blanqueo y las expectativas son moderadas

La reglamentación de la Ley Bases y del blanqueo ya es un hecho desde el 19 de julio. Cómo funcionará el sistema y qué se espera que pase. Prueba de fuego para Argentina y poco entusiasmo general.

Si el blanqueo propuesto por el gobierno de Mauricio Macri en el 2015 fue un éxito rotundo, para el que acaba de reglamentarse a través de la oficialización de la Ley Bases hay más dudas que certezas. Los motivos son variados, pero se apoyan en el antecedente mencionado. Es que si bien la posibilidad de ingresar dinero sin sanciones ni pagos extra motorizaron un fuerte ingreso de divisas aquel año, un cambio de reglas a mitad de camino ha vuelto reticentes a los contribuyentes. En su momento, se agregaron impuestos que no habían sido anunciados y ahora muchos temen que vuelva a suceder lo mismo.

El contexto, por otra parte, es distinto y la recesión actual no existía hace diez años por lo que la posibilidad de blanquear no genera demasiado entusiasmo. De todas maneras, hay coincidencia en que se hará camino al andar ya que la medida establece una suerte de proceso y tendrá etapas. Así, lo que primero comenzó fue la posibilidad de regularizar activos no declarados tanto en pesos como en dólares. Los que blanqueen menos de 100.000 dólares no pagarán nada y los que estén por encima de ese monto tendrán que abonar una alícuota de 5%.

El economista de la consultora International Valeu Gropu, Daniel Garro, explicó que la fundamentación del blanqueo es atraer inversiones. En medio de una economía que está por el piso y de la fuerte reestructuración en danza, el especialista observó que la intención es promover la llegada de inversiones con el fin de motorizar la economía. “Tanto el blanqueo como el RIGI tienen el propósito de acortar los tiempos para atraer inversiones”, expresó Garro. Con la modificación de los precios relativos y el hecho de que los argentinos no han podido ahorrar para crecer, lo que se pretende es que vengan otros con ahorros para poder invertir. “Para volver a crecer se necesita bajar el gasto y aumentar los ingresos, pero como ese proceso es lento, se incentiva a través del blanqueo”, subrayó Garro.

Un 2024 jugado y sin ficha

Así, si vinieran capitales vía RIGI o blanqueo, el proceso de reestructuración y crecimiento sería no solo menos doloroso sino también algo más ágil. Se trataría de una manera de movilizar la parte de atrás de la economía para que suba el salario real a partir de la actividad económica y de la baja de la inflación. El problema es que aunque en teoría todo suena muy bien y las intenciones podrían ser buenas, en la práctica por ahora no se apuesta fuerte por esta medida.

En realidad no todos la desestiman, pero son pocos los que creen que podría tener un efecto inmediato o de cierto rebote. De hecho, las expectativas en torno al blanqueo son más parecidas a lo que se espera de la economía en general. Con dudas y una gran incertidumbre, se cree que podría haber mejora el año próximo, pero -de darse- sería paulatina y lenta. Lejos de la famosa V con la que algunos se esperanzaban a principios de año.

“Argentina es un país antinversiones por lo que hay que hacer muchas cosas antes de que los capitales lleguen”, se lamentó el economista Daniel Garro. En este sentido, agregó que el éxito se verá también en las medidas complementarias que se puedan tomar o no en donde el Congreso y la Justicia juegan papeles clave. “Este año ya está jugado, por lo que hay que pensar en ver algún efecto recién el año que viene”, sostuvo Garro quien hizo hincapié, además, en el rol de las provincias para jugar su propio juego. “Veo una competencia interprovincial para atraer inversiones y creo que Mendoza no la ve”, comentó el especialista.

El hito de octubre y la espera que se alarga

En coincidencia, el economista de la consultora Evaluecon, José Vargas, expresó que el blanqueo está planteado por etapas hasta mitad de 2025 y que si es realmente exitoso, podría haber una extensión. “Todavía es prematuro pensar en lo que puede pasar, pero si resulta recién se podrá ver a fines del año que viene o a principios del 2026”, observó Vargas. Desde su punto de vista, la medida no tiene todavía un  nivel de aceptación elevado dada la falta de credibilidad y confianza que Argentina todavía tiene a nivel internacional.

Lejos de un ingreso masivo al blanqueo, lo que suceda con la macroeconomía marcará en parte el ritmo del blanqueo. En este sentido, el asesor financiero Gastón Lentini observó que el 30 de septiembre habrá un primer hito con relación al blanqueo y que eso marcará una tendencia inicial. “Eso nos va a permitir saber si el sistema económico argentino se llena de dólares (o no) que podrían ir a la inversión, la construcción o el consumo”, advirtió el también influencer de Doctor de tus finanzas.

En este marco, los primeros días de octubre van a ser un punto clave de la era Milei ya que a través de los resultados del blanqueo se podrá palpar el nivel de confianza en el Gobierno. Por otro lado, los que puedan blanquear y quieran invertir van a tener muchas oportunidades según Lentini. Entre ellas,  los bonos soberanos que poseen rindes de más de 20% por año hasta bonos de empresas; es decir Obligaciones Negociables (ON) con rendimientos de un dígito, pero nada despreciables.

Comenzó el blanqueo y las expectativas son moderadas

Cómo funcionará el sistema y qué se espera que pase. 

Si el blanqueo propuesto por el gobierno de Mauricio Macri en el 2015 fue un éxito rotundo, para el que acaba de reglamentarse a través de la oficialización de la Ley Bases hay más dudas que certezas. Los motivos son variados, pero se apoyan en el antecedente mencionado. Es que si bien la posibilidad de ingresar dinero sin sanciones ni pagos extra motorizaron un fuerte ingreso de divisas aquel año, un cambio de reglas a mitad de camino ha vuelto reticentes a los contribuyentes. En su momento, se agregaron impuestos que no habían sido anunciados y ahora muchos temen que vuelva a suceder lo mismo.

Hay coincidencia en que se hará camino al andar ya que la medida establece una suerte de proceso y tendrá etapas. Así, lo que primero comenzó fue la posibilidad de regularizar activos no declarados tanto en pesos como en dólares. Los que blanqueen menos de 100.000 dólares no pagarán nada y los que estén por encima de ese monto tendrán que abonar una alícuota de 5%. El economista de la consultora International Valeu Gropu, Daniel Garro, explicó que la fundamentación del blanqueo es atraer inversiones.

Un 2024 jugado y sin ficha

Las novedades del blanqueo se verán más claramente el año próximo.

Si vinieran capitales vía RIGI o blanqueo, el proceso de reestructuración y crecimiento sería no solo menos doloroso sino también algo más ágil. Se trataría de una manera de movilizar la parte de atrás de la economía para que suba el salario real a partir de la actividad económica y de la baja de la inflación. El problema es que aunque en teoría todo suena muy bien y las intenciones podrían ser buenas, en la práctica por ahora no se apuesta fuerte por esta medida.

 “Argentina es un país antinversiones por lo que hay que hacer muchas cosas antes de que los capitales lleguen”, se lamentó el economista Daniel Garro.  “Este año ya está jugado, por lo que hay que pensar en ver algún efecto recién el año que viene”, sostuvo Garro quien hizo hincapié, además, en el rol de las provincias para jugar su propio juego. “Veo una competencia interprovincial para atraer inversiones y creo que Mendoza no la ve”, comentó el especialista.

La prueba de fuego del blanqueo

En octubre el blanqueo y el gobierno de Milei podrían enfrentarse cara a cara con la realidad.

El economista de la consultora Evaluecon, José Vargas, expresó que el blanqueo está planteado por etapas hasta mitad de 2025 y que si es realmente exitoso, podría haber una extensión. “Todavía es prematuro pensar en lo que puede pasar, pero si resulta recién se podrá ver a fines del año que viene o a principios del 2026”, observó Vargas. Desde su punto de vista, la medida no tiene todavía un  nivel de aceptación elevado dada la falta de credibilidad y confianza que Argentina todavía tiene a nivel internacional.

El asesor financiero Gastón Lentini observó que el 30 de septiembre habrá un primer hito con relación al blanqueo y que eso marcará una tendencia inicial. “Eso nos va a permitir saber si el sistema económico argentino se llena de dólares (o no) que podrían ir a la inversión, la construcción o el consumo”, advirtió el también influencer de Doctor de tus finanzas. En este marco, los primeros días de octubre van a ser un punto clave de la era Milei ya que a través de los resultados del blanqueo se podrá palpar el nivel de confianza en el Gobierno.