Después de la Ley Bases, ahora las pymes quieren su propio RIGI
Esta semana se firmó el Pacto de Mayo y, aunque todavía no se reglamenta la Ley Bases, ha habido apoyo generalizado de los empresarios. Pero ahora piden condiciones especiales para las pymes y la industria nacional.
Fueron pocos los que se atrevieron a faltar a la foto del Pacto de Mayo que se realizó el 9 de julio. La Ley Bases fue apoyada por buena parte del sector empresario, más que nada por el hecho de contar con algunas reglas clara mínimas. Sin embargo, en medio de una fuerte recesión y del impacto desigual que puede tener el Régimen de Incentivo para las Grandes Inversiones (RIGI), ahora el sector privado va por más. Es que más allá de que la aprobación de la Ley Bases es más fuerte entre los grandes empresarios como los agrupados en IDEA o la Unión Industrial Argentina (UIA), lo cierto es que también ha habido un rescate por parte de otras cámaras. Entre ellas, se destacaron la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa (CAME), el Grupo de los Seis y la Cámara Argentina de la Construcción.
“El Pacto de Mayo constituye un acto simbólico que debe convertirse en plataforma de un país que necesita inexorablemente transitar por el camino de desarrollo”, apuntaron desde CAME. En consonancia, Mauricio Badaloni, miembro mendocino de la mesa chica de la UIA definió la firma del acuerdo como un punto “simbólico, pero necesario”. Y sumó que, una vez definido el objetivo común, la política tiene que dar muestras de coherencia. En este marco, tanto desde la UIA como desde otras agrupaciones empresarias locales como la Federación Económica de Mendoza (FEM), sostuvieron que el paso próximo es el consenso para lograr una ley pyme.
Básicamente, se trata de buscar condiciones más equitativas para todas las empresas con un sentido federal y con respeto por los tamaños y características de las compañías medianas o pequeñas. En este sentido, Santiago Laugero, presidente de la FEM, expresó que el RIGI tiene un impacto en las inversiones grandes, pero que tanto desde esta entidad como desde CAME trabajan en la existencia de una ley pyme. “Es importante que se contemplen las situaciones de tantas empresas ya que somos cerca del 90% del empresariado argentino y las que damos una gran parte del trabajo formal”, destacó Laugero. En una línea similar, desde la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) promocionan el Régimen de Inversiones para el Desarrollo Agroindustrial (RIDA).
En pos de incentivos locales
Mauricio Badaloni destacó que luego de aprobada la Ley Bases con el RIGI como bandera, el sector en su conjunto trabaja en la Ley Pyme. “Creemos que es una oportunidad para que los grandes centros urbanos miren hacia el interior”, apuntó el representante de la UIA. Agregó que Cuyo tiene mucho por hacer y que la propuesta es que se corrijan las asimetrías dentro de las economías regionales. Pero no solo tiene que ver con las diferencias que hay entre el interior del país y las zonas núcleo sino con las que quedaron planteadas entre las grandes inversiones (probablemente extranjeras) y las apuestas locales.
En este punto, tanto Laugero como Badaloni recordaron la excesiva carga impositiva de la industria nacional (más del 40%) y del diferencial que ahora tendrán los proyectos mayores a U$S200 millones. “Más allá de que el RIGI pueda impactar en sectores como minería o petróleo, sí creemos que deben corregirse algunas asimetrías que podrían plantear una competencia desleal”, apuntó el presidente de la FEM. Pese a que en el camino de la aprobación se hicieron algunas correcciones, ahora los empresarios nacionales pretenden dejar claros algunos incentivos que, aseguraron, motorizarán el empleo local.
El Programa de Fortalecimiento del Desarrollo de las Micro Pequeñas y Medianas Empresas (Profodepyme) se ha trabajado con el secretario de Planeamiento y Gestión para el Desarrollo Productivo, Juan Alberto Pazo, y sus referentes nacionales para el sector. Entre los fundamentos que se esgrimen no solo se recuerda el desolador panorama de la Argentina actual en la que casi la mitad de la población es pobre sino el impacto positivo de las pymes para el desarrollo. “Alrededor del 60% de los trabajadores asalariados del sector privado se desempeña en pymes y, casi 5 de cada 10, en establecimientos de menos de cuarenta ocupados (micro y pequeñas empresas”, se precisó en el proyecto.
Este fenómeno donde las pymes son el centro gravitacional del nivel de empleo, pero poseen serias dificultades para asegurar la calidad del trabajo es una característica que se da en toda América Latina. Esto es por la menor productividad relativa, su menor acceso al financiamiento y los mayores costos que les representa cumplir con marcos normativos en su mayoría complejos. “Por esto es que trabajar en una agenda que permita atacar estos problemas estructurales que afrontan las pymes es un capítulo insoslayable de cualquier programa de desarrollo que tenga como horizonte mejorar la integración social a través del empleo de calidad”, se concluyó en el proyecto presentado.
Desde Coninagro, por otra parte, explicitaron que la Ley RIDA es un régimen de estímulo específico a las inversiones agropecuarias y agroindustriales. El presidente de la entidad, Elbio Laucirica dijo que una norma como esta sería un gran impulso para las inversiones en el interior. “La idea es que sea apoyada por todos”, observó. Por este motivo, tanto con relación al RIDA como a la Ley de Fomento Pyme, los empresarios trabajan de manera conjunta con legisladores y funcionarios. El fin es facilitar la llegada de los capitales así como equilibrar los tantos entre grandes, chicos, nacionales e internacionales.
Los puntos clave
Entre los puntos clave desarrollados por CAME, FEM, UIA y otras entidades, el Programa de Fortalecimiento del Desarrollo de las Pymes, se estructura en torno a los siguientes objetivos:
- Acelerar la creación de empleo de calidad en las pymes y convertirlas en un puente para incluir al mercado de trabajo a grupos sociales vulnerables
- Simplificar el sistema tributario al que se enfrentan las pymes
- Facilitar mayores niveles de inversión productiva y en ciencia, tecnología e innovación en las pymes
- Promover mayores exportaciones pyme
Además, el proyecto consta de 4 grandes capítulos, donde se plasman distintas herramientas para alcanzar cada uno de estos objetivos. Se trata de la aceleración la creación de empleo de calidad en las pymes, la simplificación del acceso al sistema tributario de las pymes, la promoción de inversiones productivas y en ciencia, tecnología e innovación en las pymes y diversos incentivos para estimular las exportaciones del sector. Cada eje, tiene su desarrollo y su propuesta específica que espera tener tratamiento y aprobación durante este año.
Después de la Ley Bases, viene la ley pyme
Luego del RIGI, los empresarios nacionales piden condiciones especiales para la industria nacional.
En medio de una fuerte recesión y del impacto desigual que puede tener el Régimen de Incentivo para las Grandes Inversiones (RIGI), ahora el sector privado va por más. Tanto desde la UIA como desde otras agrupaciones empresarias locales como la Federación Económica de Mendoza (FEM), sostuvieron que el paso próximo es el consenso para lograr una ley pyme. Básicamente, se trata de buscar condiciones más equitativas para todas las empresas con un sentido federal y con respeto por los tamaños y características de las compañías medianas o pequeñas.
En este sentido, Santiago Laugero, presidente de la FEM, expresó que el RIGI tiene un impacto en las inversiones grandes, pero que tanto desde esta entidad como desde CAME trabajan en la existencia de una ley pyme. “Es importante que se contemplen las situaciones de tantas empresas ya que somos cerca del 90% del empresariado argentino y las que damos una gran parte del trabajo formal”, destacó Laugero. En una línea similar, desde la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) promocionan el Régimen de Inversiones para el Desarrollo Agroindustrial (RIDA).

En pos de incentivos locales
Las organizaciones pyme se han unido para sentar las bases que las saquen adelante.
Mauricio Badaloni destacó que luego de aprobada la Ley Bases con el RIGI como bandera, el sector en su conjunto trabaja en la Ley Pyme. “Creemos que es una oportunidad para que los grandes centros urbanos miren hacia el interior”, apuntó el representante de la UIA. Agregó que Cuyo tiene mucho por hacer y que la propuesta es que se corrijan las asimetrías dentro de las economías regionales. Pero no solo tiene que ver con las diferencias que hay entre el interior del país y las zonas núcleo sino con las que quedaron planteadas entre las grandes inversiones (probablemente extranjeras) y las apuestas locales. En este punto, tanto Laugero como Badaloni recordaron la excesiva carga impositiva de la industria nacional (más del 40%) y del diferencial que ahora tendrán los proyectos mayores a U$S200 millones.
Desde Coninagro, por otra parte, explicitaron que la Ley RIDA es un régimen de estímulo específico a las inversiones agropecuarias y agroindustriales. El presidente de la entidad, Elbio Laucirica dijo que una norma como esta sería un gran impulso para las inversiones en el interior. “La idea es que sea apoyada por todos”, observó. Por este motivo, tanto con relación al RIDA como a la Ley de Fomento Pyme, los empresarios trabajan de manera conjunta con legisladores y funcionarios. El fin es facilitar la llegada de los capitales así como equilibrar los tantos entre grandes, chicos, nacionales e internacionales

Puntos clave
Qué se busca con la Ley Pyme.
El Programa de Fortalecimiento del Desarrollo de las Micro Pequeñas y Medianas Empresas (Profodepyme), se estructura en torno a los siguientes objetivos:
• Acelerar la creación de empleo de calidad en las pymes y convertirlas en un puente para incluir al mercado de trabajo a grupos sociales vulnerables
• Simplificar el sistema tributario al que se enfrentan las pymes
• Facilitar mayores niveles de inversión productiva y en ciencia, tecnología e innovación en las pymes
• Promover mayores exportaciones pyme