Importaciones: simplifican el ingreso de bienes de capital usados

El Gobierno nacional eliminó una nueva traba para el ingreso de mercadería desde el exterior. En este caso es para traer maquinaria que pueda utilizarse en los procesos productivos.

El Poder Ejecutivo Nacional dio a conocer la semana pasada el Decreto N°273 por medio del cual modifica el lineamiento a considerar en las importaciones de bienes de capital usados. Se trata de productos o maquinarias que se utilicen en procesos productivos y no pueden importarse para revenderse. Según publicó el Centro de Despachantes de Aduana se trata de bienes comprendidos en las posiciones arancelarias integrantes de los capítulos 84 a 90 de la Nomenclatura Común del Mercosur.

Por otra parte, también se flexibilizó el ingreso de bienes de países extra Mercado Común, previo al pago de un arancel extra. En líneas generales, se trata de simplificar y desburocratizar el procedimiento aplicable a tales operaciones. Para esto se elimina el Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU), un trámite que existía desde 1994 y que si bien no impedía el ingreso de maquinaria usada, sí lo extendía entre 6 y 18 meses lo que hacía desistir a quienes lo solicitaban. Esto, según explican los especialistas se debía a que el papeleo involucraba la participación de diversas áreas del Estado y la burocracia parecía interminable.

De este modo, los tiempos excesivos de gestión así como los costos e intermediarios que afectan negativamente el flujo de las inversiones productivas, hacían desestimar la importación de usados antes de comenzar. Además, la nueva norma también reduce la cantidad de bienes alcanzados por la prohibición de importarse en carácter de usados y libera, en especial, a los relacionados con el desarrollo de los sectores productivos. En palabras del Gobierno, el objetivo de la flamante eliminación es mejorar la competitividad interna de la economía argentina, beneficiando a sectores productivos que podrán incorporar tecnología a mejores precios.

Perspectivas

Aunque es muy reciente, la nueva modalidad ha generado expectativas tanto positivas como negativas. Desde algunos sectores industriales han expresado que esto puede atentar contra la industria nacional. Por otro lado, hay quienes han estimado que esta posibilidad podría abrir opciones para las empresas que tengan que ampliar su planta o necesiten hacer inversiones de producción. La idea es que al ingresar bienes usados, cuesten menos que los nuevos.

Según explicó Claudio Echegaray, gerente de Despachantes de Aduana SA (DASA), la nueva norma podría servir a distintos sectores de la economía. “Sin atentar contra la industria nacional, es probable que puedan ingresar bienes con tecnología que acá no existe o no se fabrica”, comentó el profesional.  Agregó que a raíz de la eliminación del CIBU, ahora quienes quieran importar bienes desde países que no pertenezcan al Mercosur tendrán que pagar un derecho de exportación extra con un tope del 35%. Se trata del 100% de lo que indica el nomenclador. “Por ejemplo, si el arancel es del 12% deberán pagar un 24% con un máximo del 35%”, explicó Echegaray.

El profesional agregó que el rango de las posiciones arancelarias mencionadas es amplio y que los bienes usados impactan en actividades como la minería, el petróleo y la producción en general. Desde su empresa han recibido consultas, pero es preciso hacer un análisis detallado antes de adquirir un bien de este tipo. El primer factor a tener en cuenta es que dicha tecnología no se haga en el país ya que lo producido en Argentina tiene, entre otras ventajas, la posibilidad de un servicio técnico a mano. Es que tanto para este tipo de equipos como para otros similares el servicio de posventa es clave; en especial si se trata de un bien usado.

“Es posible que en este sentido se pueda abrir una rama interesante para desarrollar”, comentó el despachante de Aduana. Agregó que abrir el juego a buscar alternativas para que las tecnologías argentinas se reinventen también podría ser un impacto deseado de esta nueva flexibilización. La liberación del cepo y las facilidades que se suman a la posibilidad de adquirir bienes en el exterior y girar divisas podría incentivar la importación de bienes de capital a valores más económicos cuya tecnología todavía no posee un desarrollo nacional.  En este marco, si bien muchos industriales tendrán mayor margen (hoy con un dólar más barato) para adquirir insumos importados a precios más bajos, habrá que ver cuál es el impacto de esta y otras medidas en la industria nacional. Como en todo hay voces a favor y en contra por lo que habrá que esperar para conocer las tendencias.