Por qué se sostiene el valor ético mínimo de la consulta médica en Mendoza
Aunque las prepagas han podido ir ajustando las cuotas con mayor libertad en los últimos meses, esa recuperación no ha sido trasladada a los profesionales médicos.
“A pesar del ajuste, las prepagas y obras sociales continúan con pagos atrasados, afectando la estabilidad financiera de los médicos. Además, las actualizaciones de honorarios son mínimas y no reflejan el aumento de costos ni el esfuerzo profesional”, plantea la Federación Médica de Mendoza en un comunicado reciente.
Este contexto explica por qué, un año después de que se estableciera el valor ético mínimo de una consulta médica, los profesionales mendocinos aún lo sostienen. Y lo van actualizando: a partir del 1 de septiembre pasa a ser de $21.000 para la consulta médica y de $28.500 para la consulta psiquiátrica. “Esta medida responde a la desactualización insostenible de los honorarios médicos”, resaltan.
José Lodovico Palma, presidente de la entidad, explicó, desde CABA, donde había participado de un encuentro de 22 federaciones médicas de todo el país, que las estadísticas confirman el deterioro constante del honorario médico y la precarización de su trabajo, lo que incide en la calidad de atención de los pacientes; y que consideran aún más preocupante, ya que la accesibilidad a la salud no está asegurada.
En este sentido, indicó que hay obras sociales estatales, como PAMI a nivel nacional y OSEP en la provincia, que hacen que los médicos deban atender a muchos pacientes en poco tiempo. O, por las demoras de más de dos meses para conseguir un turno, las personas -o sus familiares- deben abonar una consulta particular.
Detalló que la actualización de las cuotas de las empresas de medicina prepaga, que quedaron liberadas del porcentaje de incremento que fijaba la Superintendencia de Servicios de Salud, no se trasladó a un cambio en las condiciones de pago a los profesionales.
Y resaltó que no sólo hay un atraso en el monto de los honorarios, que no se ajustan todos los meses (aunque sí el importe que abonan los afiliados), sino que se sostiene el atraso en el pago y que, muy excepcionalmente, las prepagas y obras sociales cancelan al mes, pero que la mayoría lo hace a los 60 días o incluso más. “Desapareció lo que antes era el pronto pago, a la semana o los 15 días”, apuntó.
“La realidad argentina es que todos los meses se deteriora un poco el salario y el honorario médico. Esta semana (por la pasada) ha habido problemas, en varias provincias del país, porque los cardiólogos intervencionistas tuvieron dificultades para conseguir material descartable. Los insumos han aumentado hasta un 1.000%, con honorarios que no tienen nada que ver con la complejidad de los actos que realizan, ya que requieren años de estudio y entrenamiento para realizar procedimientos que son complejos”, resaltó Lodovico.
El incremento mensual de la consulta alcanza el 5% para la general y 3,64% para la psiquiátrica. Y sólo deben pagar la diferencia aquellos afiliados cuyas obras sociales o prepagas se niegan a reconocer a los médicos ese honorario ético mínimo. Se trata, aclaró el titular de la Federación Médica de Mendoza, de un complemento, no de un copago y mucho menos de un plus.
Lodovico indicó que “siempre el hilo se corta por la parte más delgada: el paciente y el médico” y que el argumento que esgrimen las prepagas es que los incrementos que están aplicando este año les están permitiendo recuperar el camino perdido durante la pandemia.
En 2020, recordó, las cuotas estuvieron congeladas, mientras que las empresas debían afrontar gastos extraordinarios en servicios e insumos, por la internación de los pacientes con Covid y la suba del dólar. En ese momento, las prestadoras hicieron frente al importante aumento de los costos y ahora están mejorando su ganancia; no asignando esa diferencia a las prestaciones.
Manifestó que espera que el sistema se vaya acomodando, pero que, entre tanto, han decidido seguir comunicando la situación de los profesionales médicos, que cada vez está más complicada, mientras muchas empresas prestadoras y financiadoras sólo se enfocan en la rentabilidad.
El médico indicó que, en otros países, las empresas de salud compiten entre ellas, con mejores servicios y abaratando el precio. “Esa es la clave del manejo del sistema. No como sucedió a principios de año, que las empresas se acordaron cobrar determinados valores y terminan constituyendo un monopolio”, planteó. Sumó que, si hubiera competencia, el paciente podría elegir la más conveniente y esa prepaga u obra social tendría más afiliados y podría pagar mejor a los médicos. “Hoy, los afiliados no tienen esa libre elección”, lanzó.
En cuanto a la posibilidad de que esta realidad cambie, en el marco de un Gobierno que avanza con diversas medidas de desregulación, Lodovico señaló que “sería saludable que la persona pueda elegir la obra social y el médico”. Pero también reconoció que es probable que esto enfrente la resistencia de las obras sociales sindicales, que han recibido millones de dólares por parte del Estado.
Cuál es la situación de los médicos mendocinos, con el aumento de las prepagas
Desde la Federación Médica de Mendoza plantean que esos incrementos no se trasladan, en muchos casos, a los honorarios de los profesionales médicos.
“A pesar del ajuste, las prepagas y obras sociales continúan con pagos atrasados, afectando la estabilidad financiera de los médicos. Además, las actualizaciones de honorarios son mínimas y no reflejan el aumento de costos ni el esfuerzo profesional”, plantea la entidad en un comunicado reciente.
José Lodovico Palma, presidente de la entidad, explicó, desde CABA, donde había participado de un encuentro de 22 federaciones médicas de todo el país, que las estadísticas confirman el deterioro constante del honorario médico y la precarización de su trabajo, lo que incide en la calidad de atención de los pacientes; y que consideran aún más preocupante, ya que la accesibilidad a la salud no está asegurada.

Detalló que la actualización de las cuotas de las empresas de medicina prepaga, que quedaron liberadas del porcentaje de incremento que fijaba la Superintendencia de Servicios de Salud, no se trasladó a un cambio en las condiciones de pago a los profesionales.
Y resaltó que no sólo hay un atraso en el monto de los honorarios, que no se ajustan todos los meses (aunque sí el importe que abonan los afiliados), sino que se sostiene el atraso en el pago y que, muy excepcionalmente, las prepagas y obras sociales cancelan al mes, pero que la mayoría lo hace a los 60 días o incluso más. “Desapareció lo que antes era el pronto pago, a la semana o los 15 días”, apuntó.
Lodovico indicó que “siempre el hilo se corta por la parte más delgada: el paciente y el médico” y que el argumento que esgrimen las prepagas es que los incrementos que están aplicando este año les están permitiendo recuperar el camino perdido durante la pandemia. En ese momento, las prestadoras hicieron frente al importante aumento de los costos y ahora están mejorando su ganancia; no asignando esa diferencia a las prestaciones.
Qué valor tiene el honorario ético mínimo de las consultas médicas en septiembre
La Federación Médica de Mendoza comunicó el valor que deberían pagar las obras sociales y prepagas. En caso de que no lo hagan, el paciente debe cubrir la diferencia.
Un año después de que se estableciera el valor ético mínimo de una consulta médica, los profesionales mendocinos aún lo sostienen. Y lo van actualizando: a partir del 1 de septiembre pasa a ser de $21.000 para la consulta médica y de $28.500 para la consulta psiquiátrica. “Esta medida responde a la desactualización insostenible de los honorarios médicos”, resaltan desde la entidad.
El incremento mensual de la consulta alcanza el 5% para la general y 3,64% para la psiquiátrica. Y sólo deben pagar la diferencia aquellos afiliados cuyas obras sociales o prepagas se niegan a reconocer a los médicos ese honorario ético mínimo. Se trata, aclaró José Lodovico Palma, titular de la Federación Médica de Mendoza, de un complemento, no de un copago y mucho menos de un plus.
“La realidad argentina es que todos los meses se deteriora un poco el salario y el honorario médico. Esta semana (por la pasada) ha habido problemas, en varias provincias del país, porque los cardiólogos intervencionistas tuvieron dificultades para conseguir material descartable. Los insumos han aumentado hasta un 1.000%, con honorarios que no tienen nada que ver con la complejidad de los actos que realizan, ya que requieren años de estudio y entrenamiento para realizar procedimientos que son complejos”, resaltó.
Lodovico resaltó que, si bien las prepagas actualizan el monto que pagan los afiliados todos los meses, no hacen lo mismo con los honorarios médicos. Aún más, el pago a los profesionales suele tener una demora de 60 días y, en ciertos casos, superior.
Manifestó que espera que el sistema se vaya acomodando, pero que, entre tanto, han decidido seguir comunicando la situación de los profesionales médicos, que cada vez está más complicada, mientras muchas empresas prestadoras y financiadoras sólo se enfocan en la rentabilidad.