Consumo: Ninguna marca es intocable y el mendocino castiga al que se excede en precios
En medio de la fuerte caída de ventas, en los últimos meses parece haberse planchado el derrumbe. La competencia y la estrategia de las familias para poder comprar.
Con el consumo en caída libre en medio de la inflación, la recesión y el brutal retroceso del poder de compra, los mendocinos y los argentinos se han convertido en expertos en ahorro. Luego de que el primer semestre fuera muy complejo en términos de precios y posibilidades, la segunda mitad del año llegó con algunas buenas noticias debido a que se percibe cierta estabilidad. Sin embargo, todavía se está lejos de un crecimiento y la principal apuesta tiene que ver con que al menos se planche la caída libre.
En este marco, Rubén David, gerente del mayorista Oscar David, precisó que durante el primer semestre de 2024 el consumo cayó entre 13 y 15 puntos en comparación con el mismo periodo del año anterior. “Sobre todo la baja fue muy pronunciada el primer trimestre cuando la suba de precios fue muy alta y los salarios no se alcanzaron a acomodar”, detalló el empresario. Así, a partir de abril hubo una leve mejora mientras que julio –aguinaldo mediante y menor inflación- la caída se planchó.
Ahora, la expectativa es moderada sobre lo que pasará en agosto, septiembre y los próximos meses. De máxima, se espera que el consumo deje de caer y al menos se amesete con la salvedad de que la comparación de la que se parte es algo irreal. Es que si bien es cierto que la recesión ha golpeado fuerte a la mayoría, el 2023 fue un año de consumo relativamente alto. En primer lugar debido al impulso que significó la marea de chilenos en los supermercados durante parte del año pasado. En segunda instancia, influyó la necesidad de comprar lo que sea para cubrirse de la inflación y perder lo menos posible. “Comparado con el año pasado todo te va a dar mal ya que había un consumo algo ficticio”, subrayó David. Aunque la perspectiva cambia un poco cuando la relación se hace contra el 2022, el consumo está lejos de recuperarse ya que está atado a un crecimiento que no llega.
Un público exigente
Rubén David tiene años de experiencia en el rubro del retail y en el último tiempo ha vivido la transformación del consumidor local de la mano de las crisis diversas. “No hay una regla sino que cada cliente ve cuándo le conviene comprar, cuándo tiene descuento con su tarjeta o su billetera virtual y cuál es el momento de las ofertas”, definió el comerciante. En este sentido, expresó que son muy cuidadosos con los precios y que en el último año los consumidores evalúan al detalle la relación precio-calidad que le puede dar un producto.
“En esta última parte del año el cliente se ha vuelto poco marquista y las marcas que creían tener ganado un lugar, se equivocaron”, subrayó David. Y agregó que los mendocinos ya no se casan ni con el nombre de la yerba ni del champú habitual y que castigan duramente a los que se exceden con los precios. Así, las marcas que se creían intocables ya no lo son más y si los consumidores ven una promoción más interesante, se van hacia allá.
“Si la marca que le gustaba está fuera de contexto, la castiga y no la compra más”, apuntó David. En coincidencia, el economista de la consultora Evaluecon José Vargas comentó que el patrón de consumo conservador de la familia mendocina ha mutado a partir de las crisis. Así, la famosa compra mensual que se usaba hace cinco años, ahora ha sido reemplazada por un consumo más diversificado. Del mismo modo, mientras antes el 65% de la compra se hacía en el hipermercado, ahora ese porcentaje es de solo el 35%.
“Hoy las compras se hacen en mercados cooperativos, en los mayoristas o en los trozaderos de barrio”, ejemplificó Vargas. La premisa es encontrar el mejor precio, la oferta imbatible y sacarle el mayor jugo posible a la financiación de la tarjeta que cada uno tiene. Tanto el economista como Rubén David aseguraron que las ventas están muy atadas a las promociones, el día o la devolución del banco; entre otras cuestiones relacionadas con la posibilidad de ahorrar.
Consciente de la situación económica y de los cambios mencionados, el gerente del mayorista mendocino expresó estar muy atento a estas promociones y a los precios. Al igual que sucede con las marcas, los clientes no compran cuando los productos están caros y –con una torta más chica para repartir- la competencia es feroz. “Cuando los productos se salen de precio, automáticamente se deja de vender y esa caída no es de 20% o 30% sino que puede llegar al 70%”, expresó David. Y agregó: “Lo mismo nos pasa a nosotros con nuestros competidores”. En este sentido, si llegamos a estar caros, los clientes dejan de comprar. “Es una pelea bastante áspera en el día a día porque no hay crecimiento de la economía y la mejora de uno es a costa de la pérdida del otro”, explicó.
Qué pasa con los alimentos y la financiación
Con relación a la canasta básica de alimentos, Rubén David comentó que son los que menos cayeron en la compra general. En contraposición, la pérdida la han sufrido más los productos de perfumería, limpieza y cuidado personal. Mientras los alimentos bajaron entre un 3% y un 5%, estos últimos lo hicieron en torno al 20%. Tanto en unos como en otros, las estrategias de ahorro se extienden.
“En los últimos años ha crecido el financiamiento con tarjeta de crédito, algo que antes no era tan común”, comentó el economista José Vargas. En este punto, David comentó que el movimiento suele crecer entre los días 23 y 25, cuando cierran las tarjetas y las personas pueden estirar un mes más el consumo que realizan. Así, las familias compran a medida que ven las promociones y vienen cuando les conviene. “Hay semanas que en función de esto se consume un poco más y en las que no hay nada, se vende muy poco”, ejemplificó el gerente de mayorista.
Para adelante, el empresario se esperanzó en que se frene la caída del consumo y que se empiece a crecer de una manera “real y no ficticia”. “Esperamos que crezca la producción con exportaciones y nuevas empresas con mejores sueldos para que hay trabajo genuino”, sumó David para quien allí está la clave de la suba de las ventas. “Somos optimistas y por eso seguimos apostando, pero esto no va a mejorar si no nos ponemos todos a trabajar en conjunto”, dijo el empresario. Agregó: “Ya estamos en el fondo y de ahí hay que empezar a levantar”.
Consumo: Ninguna marca es intocable y el mendocino castiga al que se excede en precios
Los mendocinos no se quedan con una marca y compran cuando les conviene.
Con el consumo en caída libre en medio de la inflación, la recesión y el brutal retroceso del poder de compra, los mendocinos y los argentinos se han convertido en expertos en ahorro. En este marco, Rubén David, gerente del mayorista Oscar David, precisó que durante el primer semestre de 2024 el consumo cayó entre 13 y 15 puntos en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Ahora, la expectativa es moderada sobre lo que pasará en agosto, septiembre y los próximos meses. De máxima, se espera que el consumo deje de caer y al menos se amesete con la salvedad de que la comparación de la que se parte es algo irreal. Es que si bien es cierto que la recesión ha golpeado fuerte a la mayoría, el 2023 fue un año de consumo relativamente alto. En primer lugar debido al impulso que significó la marea de chilenos en los supermercados durante parte del año pasado.
En segunda instancia, influyó la necesidad de comprar lo que sea para cubrirse de la inflación y perder lo menos posible. “Comparado con el año pasado todo te va a dar mal ya que había un consumo algo ficticio”, subrayó David. Aunque la perspectiva cambia un poco cuando la relación se hace contra el 2022, el consumo está lejos de recuperarse ya que está atado a un crecimiento que no llega.

Un público exigente
El mendocino busca la oferta y no se deja engañar por las marcas.
Rubén David tiene años de experiencia en el rubro del retail y en el último tiempo ha vivido la transformación del consumidor local de la mano de las crisis diversas. “No hay una regla sino que cada cliente ve cuándo le conviene comprar, cuándo tiene descuento con su tarjeta o su billetera virtual y cuál es el momento de las ofertas”, definió el comerciante. En este sentido, expresó que son muy cuidadosos con los precios y que en el último año los consumidores evalúan al detalle la relación precio-calidad que le puede dar un producto.
“En esta última parte del año el cliente se ha vuelto poco marquista y las marcas que creían tener ganado un lugar, se equivocaron”, subrayó David. Y agregó que los mendocinos ya no se casan ni con el nombre de la yerba ni del champú habitual y que castigan duramente a los que se exceden con los precios. “Si la marca que le gustaba está fuera de contexto, la castiga y no la compra más”, apuntó David. En coincidencia, el economista de la consultora Evaluecon José Vargas comentó que el patrón de consumo conservador de la familia mendocina ha mutado a partir de las crisis.
“Hoy las compras se hacen en mercados cooperativos, en los mayoristas o en los trozaderos de barrio”, ejemplificó Vargas.

La bicicleta financiera
Las tarjetas y las promociones de los bancos son clave para ir al supermercado.
La premisa es encontrar el mejor precio, la oferta imbatible y sacarle el mayor jugo posible a la financiación de la tarjeta que cada uno tiene. Tanto el economista como Rubén David aseguraron que las ventas están muy atadas a las promociones, el día o la devolución del banco; entre otras cuestiones relacionadas con la posibilidad de ahorrar. Consciente de la situación económica y de los cambios mencionados, el gerente del mayorista mendocino expresó estar muy atento a estas promociones y a los precios.
Al igual que sucede con las marcas, los clientes no compran cuando los productos están caros y –con una torta más chica para repartir- la competencia es feroz. “Cuando los productos se salen de precio, automáticamente se deja de vender y esa caída no es de 20% o 30% sino que puede llegar al 70%”, expresó David. Y agregó: “Lo mismo nos pasa a nosotros con nuestros competidores”. En este sentido, si llegamos a estar caros, los clientes dejan de comprar. “Es una pelea bastante áspera en el día a día porque no hay crecimiento de la economía y la mejora de uno es a costa de la pérdida del otro”, explicó.
“En los últimos años ha crecido el financiamiento con tarjeta de crédito, algo que antes no era tan común”, comentó el economista José Vargas. En este punto, David comentó que el movimiento suele crecer entre los días 23 y 25, cuando cierran las tarjetas y las personas pueden estirar un mes más el consumo que realizan. Así, las familias compran a medida que ven las promociones y vienen cuando les conviene. “Hay semanas que en función de esto se consume un poco más y en las que no hay nada, se vende muy poco”, ejemplificó el gerente de mayorista.