Qué oportunidades hay para Mendoza en el sector petrolero y minero
El subsecretario de Energía y Minería de la provincia, Manuel Sánchez Bandini, brindó a AE un panorama de las distintas acciones que se están desarrollando para promover y acompañar el desarrollo de iniciativas privadas.
Desde el Gobierno provincial plantean que, a la par de la promoción del uso de las energías renovables, se debe aprovechar los recursos no renovables que Mendoza tiene bajo el suelo. Esto, particularmente, en el contexto de una economía que casi no ha crecido -y ha caído en valores por habitante- al menos en los últimos 10 años.
Manuel Sánchez Bandini, subsecretario de Energía y Minería de la provincia, detalla qué oportunidades brinda todavía la explotación del petróleo convencional, qué otras áreas, además de la Vaca Muerta Mendocina, tienen potencial para el no convencional y cómo está previsto avanzar en la exploración minera en Malargüe.
¿Por cuántos años más estiman que se podrá seguir extrayendo petróleo convencional en la provincia?
Eso va a ser directamente proporcional a la eficiencia operativa que logremos. Hoy por hoy, hay una alerta de que el principal operador del país decide que no es rentable el yacimiento convencional en el Norte y parte del Sur de Mendoza y lo pone a disposición de vender.
Obviamente, si ha habido también más de 60 ofertas (en todo el país) es porque hay un interés y una expectativa de lograr una previsión de rentabilidad al menos por 10 años, porque están solicitando la prórroga en este acto. Pero ellos vienen con un desafío de lograr mucha mejor eficiencia operativa, que bajen los costos de extracción (el “lifting cost”) y, por lo menos por 10 años, vamos a tener yacimientos para Mendoza, con los mismos que ya hay, haciéndolo mejor, de forma más eficiente, reactivando los más de 1.700 pozos que tenemos, que para YPF no son rentables, pero estoy seguro de que para otras operadoras más pequeñas y con menos costo de “overhead” (operativos) pueden hacerlo rentables.
Y hay que ir desarrollando la exploración, no solamente no convencional, en la que ya estamos avanzando, sino también convencional, que requiere mucho menos capital y tiene mucho menos riesgo.
¿Cuáles son las expectativas con respecto al petróleo no convencional?
Actualmente, tenemos los pilotos de exploración en Paso Bardas Norte y CN-VII, donde YPF pidió el pase a segundo periodo exploratorio en ambas áreas y se comprometió a hacer dos pozos con tres ramas horizontales, en tres zonas diferentes objetivos dentro del no convencional: el orgánico inferior, superior y la cocina. Entonces, se va a navegar sobre esos tres pozos para terminar esta fase de exploración avanzada, que en el caso de éxito -ya viene teniendo buenos resultados- podría activar más de 200 pozos en uno de los objetivos y otros 100 adicionales en los otros.
Las expectativas son altas. La zona que tiene menos riesgo para el no convencional mendocino es la zona del sur de Malargüe, Paso Bardas Norte y CN-VII, pero Payún Oeste también tiene un potencial; de hecho, es colindante a estas áreas. Y, por otro lado, Cañadón Amarillo es un área que también está con menor riesgo exploratorio y es por eso que, dentro del Plan Andes, hemos solicitado que los adjudicatarios, en el caso de Cañadón Amarillo, realicen esfuerzos de exploración sobre esa área.
Con lo cual, estamos poniendo nuestro foco allí y seguiremos dando ciertos beneficios para esto, también haciendo esfuerzos de nuestro lado. Volviendo al tema de eficiencia, el gremio tiene que hacer su esfuerzo, las operadoras también, la cadena de valor y nosotros, como Gobierno, tenemos la mirada puesta en reducciones fiscales, de regalías, bajo compromisos de inversión que obviamente viabilicen inversiones.
Y estamos nosotros mismos invirtiendo en el estudio del no convencional, en el modelado 2D y 3D del subsuelo de la cuenca de Vaca Muerta sobre el lado mendocino. Hace unos días se lanzó la licitación del estudio técnico y estamos a semanas de adjudicarla y poder tener información, como Estado, para ponerla en valor e ir avanzando en los pasos exploratorios que nos está costando que los privados lo hagan por su propia cuenta.
¿Cómo se está trabajando para sumar nuevas áreas petroleras?
Nuestras metodologías de trabajo nos diferencian en el país. Son varias, pero entre las de mayor potencial tenemos una metodología de licitación continua, que nos permite licitar, por entre 6 y 8 meses, áreas petroleras que están liberadas, que caducan o que son revertidas.
Esto hace que cada año estemos licitando áreas y la mayoría son de exploración, algunas de explotación, con una metodología de licitación continua. Y estamos dando beneficios fiscales e impositivos para la exploración de zonas nuevas. En 2024 se sumó un área nueva: pasamos de tener 13 a tener 14. Eso es muy bueno y fue gracias también a Emesa (Empresa Mendocina de Energía Sociedad Anónima), en un esfuerzo de hacer lo que los privados no hacen, ponerlo en valor y luego cederlo al privado para que continúe su desarrollo propio del área.
Por otro lado, como comentaba, tenemos un paquete de beneficios fiscales y de regalías, y somos de las pocas provincias que, mientras más desarrollo tenga el área, con el tiempo tendemos a bajar las regalías, no aumentarlas.
Y estamos incentivando también a los privados que consideramos que no están haciendo un uso y una explotación racional y eficiente de áreas petroleras, a ponerla en manos de otros privados, o devolvernos el área a nosotros para que la licitemos.
Además, tenemos un procedimiento de iniciativa privada -del que Aconcagua Energía hizo buen uso-, que permite que cualquier privado pueda presentar esa iniciativa y obtener un beneficio dentro de una licitación. Es algo también diferenciador con respecto a otras provincias.
Con el avance de Malargüe Distrito Minero Occidental, ¿cuántos proyectos de exploración podrían pasar a la etapa de explotación y en qué plazos?
Con respecto a la minería, particularmente a Malargüe Distrito Minero Occidental, tenemos 170 proyectos de exploración que estaríamos habilitando en forma continua. Vamos por 34, seguiremos por 29 en el Malargüe Distrito Minero 2, y, posteriormente el 3 y el 4. Buscamos terminar en el año 2025 con la declaración de impacto ambiental de los 170 proyectos -y esperemos, con su aprobación en la Legislatura-, para ponerlo a disposición de que los dueños del derecho minero hagan el desarrollo en la zona que hoy no están haciendo, obviamente porque no tienen la declaración de impacto ambiental.
Se espera que, de esos 170, en menos de 5 años queden 20 en exploración y en menos de 7 años quede al menos uno en explotación. Esos periodos estamos buscando acelerarlos y achicarlos dos años cada uno. O sea, pasar a tener en menos de 5 años un proyecto en explotación. Eso sería un hito totalmente superador para todos nosotros.
Y más allá de MDMO, ¿hay otros proyectos en cartera?
Si, también hay otros proyectos que están muy cercanos a estar en exploración o en explotación. Por ejemplo, Potasio Río Colorado está en explotación, tiene un contrato de un compromiso de inversión y hoy está en vías de captar más inversores o de que el mismo propietario invierta, para poder alcanzar el desarrollo pleno de potasio en esa zona.
Después, hay proyectos que tendremos que ir viendo si la sociedad nos permite el avance, pero más allá de Malargüe Distrito Minero Occidental hay otros. Actualmente, el uranio es un tema que el presidente Javier Milei pone en la agenda del Gobierno provincial, ya que lanzó el Plan Nacional de Energía Atómica, y es un mineral que se importa y que va a ser crítico.
Mendoza tiene los minerales ya cuantificados, reservados, auditados, por lo que hay certeza de que existen y están vigentes, con lo cual si bien hay un tema de saneamiento ambiental -que hay privados interesados en sanear-, se puede seguir explotando y encontrando áreas.
El plan minero no se acota solamente al MDMO, sino que también incluye seguir haciendo minería de primera, segunda y, sobre todo, de tercera categoría, que también hay que terminar de ordenarlo y ponerlo en regla.