Según estimaciones de la UCA, en 2024 la pobreza llegó al 52% en el primer semestre de 2024
La Universidad Católica Argentina realizó un promedio de los datos de los tres primeros meses, que rozaban el 55%, y de abril a junio, cuando empezaron a mejorar.
Entre las diversas preocupaciones que se abordaron en la 45° convención anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), que se desarrolló en Mendoza, una que reiteraron tanto los disertantes como los asistentes es que se pasó de un porcentaje de pobreza del 5% a uno que supera el 40%; algo que parece difícil de comprender en un país con la riqueza de Argentina.
Los datos del Indec (Instituto Nacional de Estadística y Censos) muestran que, en el segundo semestre de 2023, el 41,7% de los habitantes de los 31 aglomerados urbanos que se relevan en todo el país eran pobres (12,3 millones de argentinos). En tanto, el 11,9% -3,5 millones de personas- se encontraba en situación de indigencia.
Para el caso específico del Gran Mendoza, el 47% de la población (493.955) estaba por debajo de la línea de la pobreza a fines del año pasado. De ese total, 13,9% de las personas (146.227) eran indigentes, lo que implica que no alcanzaban a cubrir sus necesidades de alimentación. Esto significa que, en la provincia, los números tanto de pobreza como de indigencia están por encima de la media nacional.

Marcelo De Benedectis, vocero del Arzobispado, quien insiste en recordar que detrás de estas cifras hay personas, comentó que hace unos días el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA) dio a conocer las estimaciones de pobreza e indigencia para el primer semestre, que muestran un importante incremento en ambos casos.
En los primeros seis meses de 2024, según la UCA, el 52% de los argentinos se encontraba por debajo de la línea de la pobreza y, dentro de ellos, el 17,9% está en situación de indigencia. Se trata de un promedio de los porcentajes del primer trimestre, cuando el 54,9% de los habitantes eran pobres y el 20,3% indigentes, y del segundo, cuando los valores habían disminuido al 49,4% y 15,9%, respectivamente.
De Benedectis resaltó que son datos certeros y no políticos, que muestran el impacto del ajuste en diversos sectores. Y resaltó que no sólo ha crecido significativamente la pobreza, sino también la indigencia, y que es algo que se nota en el territorio.
Por otra parte, mencionó que hay gente que antes podía colaborar y a la que se la ha dificultado mucho seguir ayudando. Pero, pese a esto, destacó que continúa existiendo una sensibilidad social ante la pobreza y que hay gestos muy generosos por parte de familias, empresas y organizaciones sociales, que hacen un esfuerzo enorme para colaborar.
En este sentido, recordó que este invierno habilitaron un refugio para personas en situación de calle y todas las noches se les da una cena, cuyos fondos no provienen de un subsidio, sino de las colaboraciones de voluntarios, sus familias y comunidad.
“Compartimos la mirada de que la gente la está pasando mal. Pero, al mismo tiempo, hay esperanza de que esto va a mejorar. Instamos que todos los actores que tienen que tomar decisiones, tanto en la provincia como en el país, estén a la altura de esta esperanza. No podemos jugar con chicanas políticas y electoralistas a costillas del pueblo”, advirtió el vocero del Arzobispado.
Daniel Ariosto, presidente de la UCIM, planteó que la pobreza en el país es un tema que duele y, particularmente, los índices de niños y jubilados a los que les está faltando comida y no tienen una adecuada atención médica. “Realmente es una situación muy crítica y muy triste, que hemos analizado en la Unión Comercial e Industrial de Mendoza varias veces y hemos llamado a la reflexión para que esto se revierta”, planteó.
Resaltó que se debe buscar una solución, pero que no le adjudican esto al Gobierno actual, que lleva apenas nueves meses de gestión. “Esto fue el resultado de políticas equivocadas, populistas, destinadas a engañar a la gente y empobrecer el pueblo”, lanzó, para agregar que es complejo revertir procesos que llevan 20, 30 o 40 años.
Ariosto enfatizó que se debe cuidar en especial a los niños, porque son quienes van a heredar el país. “¿En qué condiciones mentales, físicas y de salud están? Y tenemos la misma preocupación con respecto a los jóvenes”, manifestó. Así, recordó que la UCIM tiene un departamento educativo que apunta a brindarles herramientas para encontrar trabajo y para que aquellos que ya lo tienen se puedan perfeccionar.
Según estimaciones de la UCA, en 2024 la pobreza llegó al 52% en el primer semestre de 2024
La Universidad Católica Argentina realizó un promedio de los datos de los tres primeros meses, que rozaban el 55%, y de abril a junio, cuando empezaron a mejorar.
Marcelo De Benedectis, vocero del Arzobispado, quien insiste en recordar que detrás de estas cifras hay personas, comentó que hace unos días el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA) dio a conocer las estimaciones de pobreza e indigencia para el primer semestre, que muestran un importante incremento en ambos casos.
En los primeros seis meses de 2024, según la UCA, el 52% de los argentinos se encontraba por debajo de la línea de la pobreza y, dentro de ellos, el 17,9% está en situación de indigencia. Se trata de un promedio de los porcentajes del primer trimestre, cuando el 54,9% de los habitantes eran pobres y el 20,3% indigentes, y del segundo, cuando los valores habían disminuido al 49,4% y 15,9%, respectivamente.

De Benedectis resaltó que son datos certeros y no políticos, que muestran el impacto del ajuste en diversos sectores. Y resaltó que no sólo ha crecido significativamente la pobreza, sino también la indigencia, y que es algo que se nota en el territorio. Pero destacó que continúa existiendo una sensibilidad social ante la pobreza y que hay gestos muy generosos por parte de familias, empresas y organizaciones sociales, que hacen un esfuerzo enorme para colaborar.
“Compartimos la mirada de que la gente la está pasando mal. Pero, al mismo tiempo, hay esperanza de que esto va a mejorar. Instamos que todos los actores que tienen que tomar decisiones, tanto en la provincia como en el país, estén a la altura de esta esperanza. No podemos jugar con chicanas políticas y electoralistas a costillas del pueblo”, advirtió el vocero del Arzobispado.
Qué mirada tiene el sector empresario de Mendoza de los índices de pobreza
En la provincia, los datos del Indec muestran que los porcentajes de población pobre e indigente están por encima de la media nacional.
Entre las diversas preocupaciones que se abordaron en la 45° convención anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), que se desarrolló en Mendoza, una que reiteraron tanto los disertantes como los asistentes es que se pasó de un porcentaje de pobreza del 5% a uno que supera el 40%; algo que parece difícil de comprender en un país con la riqueza de Argentina.
Los datos del Indec (Instituto Nacional de Estadística y Censos) muestran que, en el Gran Mendoza, el 47% de la población (493.955) era pobre a fines del año pasado y, de ese total, 13,9% de las personas (146.227) eran indigentes. Son números por encima de la media nacional, que, en el segundo semestre de 2023, alcanzaba el 41,7% y el 11,9% de los habitantes, respectivamente.
Daniel Ariosto, presidente de la UCIM, planteó que la pobreza en el país es un tema que duele y, particularmente, los índices de niños y jubilados a los que les está faltando comida y no tienen una adecuada atención médica. “Realmente es una situación muy crítica y muy triste, que hemos analizado en la Unión Comercial e Industrial de Mendoza varias veces y hemos llamado a la reflexión para que esto se revierta”, planteó.
Resaltó que se debe buscar una solución, pero que no le adjudican esto al Gobierno actual, que lleva apenas nueves meses de gestión. “Esto fue el resultado de políticas equivocadas, populistas, destinadas a engañar a la gente y empobrecer el pueblo”, lanzó, para agregar que es complejo revertir procesos que llevan 20, 30 o 40 años.
Ariosto enfatizó que se debe cuidar en especial a los niños, porque son quienes van a heredar el país. “¿En qué condiciones mentales, físicas y de salud están? Y tenemos la misma preocupación con respecto a los jóvenes”, manifestó. Así, recordó que la UCIM tiene un departamento educativo que apunta a brindarles herramientas para encontrar trabajo y para que aquellos que ya lo tienen se puedan perfeccionar.